Un mito se cruza en el camino del Mérida

Hace muchísimos años que Josip Visnjic (Belgrado, 1966) no pisa el Romano. Tal vez desde que jugase como visitante con el Rayo hace unos 28 años. A pesar de que tan solo vivió en Mérida una temporada, su recuerdo entre la afición emeritense es muy placentero: fue un futbolista total, que rindió notablemente, competitivo, entregado y una persona fantástica. Si el serbio se dejara, uno a uno irían bajando de las gradas para darle un abrazo. Pero a partir de las 20.00 horas, los intereses diferirán por completo: el Mérida necesita ganar para mantener viva su pugna por la segunda plaza con el Cacereño y su equipo, el del serbio, está obligado a puntuar si no quiere que se le complique el playoff de cara a las dos últimas jornadas.

«Para mí Mérida siempre estará en el corazón, es una de las mejores temporadas de mi vida y será especial antes, durante y cuando acabe el partido», confiesa el serbio. «Me alegro de volver, pero lo único que me interesa es sacar algo positivo del partido». Juanma Barrero reconoce que recuerda al Visjnic emeritense muy vagamente. «Yo era aún muy pequeño». Tiene más referencias de él cuando entrenaba en Madrid. «Y aquellos equipos no tienen nada que ver con este Villanovense».

Este Villanovense es más práctico y camaleónico: cambia de dibujo según el partido que le interese y no tiene otra cosa en mente que meterse entre los cinco primeros. «Ha jugado de maneras muy diferentes los últimos partidos», analiza el técnico del Mérida. «Independientemente de eso, es un equipo bien plantado en el campo, sólido y que, como nosotros, recibe muy pocos goles. Así que será un partido muy táctico y posiblemente no veremos tantas ocasiones ni tantos goles como el otro día en el Príncipe Felipe».

«Los premios son demasiado grandes para bajar los brazos en este momento». Con esa frase cerraba Josip Visjnic su previa sobre el trascendental duelo contra el Mérida que es clave para mantener a flote las opciones de terminar entre los cinco primeros. Es la aspiración de los serones, aunque el técnico serbio reconoce que les está faltando regularidad en los resultados. «En casa, entre comillas, no hemos cumplido, pero hemos ganado un partido fuera. No hemos sumado dos resultados positivos de forma consecutiva», afirma antes de un partido que espera «complicado para los dos porque ellos también se juegan asegurarse estar en el playoff, mientras que para nosotros sería dar un paso más en el objetivo de meternos también ahí».

Juanma Barrero no podrá contar solamente con Héctor Camps y Emilio Cubo. Ambos sufren sendas microrroturas y estarán dos semanas alejados del equipo. La intención es que, al menos, estén en la última jornada para que no lleguen al playoff sin ritmo competitivo. Sí recupera al tocado Gaspar y a los sancionados Nacho González y Guille Perero. La única duda volverá a ser Felipe Alfonso. El lateral derecho se encuentra mejor de su esguince, pero jugó tan tocado y sacrificado el último partido que a lo mejor hasta se lo reservan. Por si acaso.

Pero a Juanma Barrero no le preocupa el físico de su equipo: ni el de las lesiones ni el del cansancio. «Felipe es esguince. Lo de Cubo fue mala suerte, una acción desafortunada, por un taconazo en la última jugada del entrenamiento. Y en cuanto a lo otro, el partido en Cáceres terminó con un disparo al palo de Lolo Pla. Si eso es cansancio... No vi que el equipo acabara cansado. Además, los datos del GPS nos dicen que estamos en el momento en el que más corremos y más hacemos de todo». El técnico serón, por su parte, podrá contar con todos sus efectivos.

Al Mérida le hace falta sólo un punto para garantizar su billete a Alicante. Pero por mucho que a Juanma Barrero no le guste explayarse en el tema, la mirada del equipo se dirige a la segunda plaza. Al término de esta jornada, puede asaltar la segunda plaza, seguir a la misma distancia o decir prácticamente adiós a esa posibilidad. «Lo de siempre», sermonea el técnico del Mérida. «Intentar hacer un buen partido y centrarse en eso. No hay más. Irnos otra vez con buenas sensaciones, que es de lo que vivimos y nos nutrimos. Hay que alimentar el alma del equipo y eso nos va a hacer llegar bien».

Para ello, tendrá que doblegar a un equipo que no se le ha dado nada bien en los últimos quince años. De hecho, la última victoria emeritense en casa se remonta a mayo del 2004. «Pero eso es más mérito de ellos", reconoce Juanma. «Están teniendo bastantes buenos equipos y han crecido mucho. Y luego... pues se motivarán más con nosotros y se les dará bien este campo. Para nosotros es un aliciente más, un reto: intentar cortar esa racha». Enfrente aguarda el primer gran extranjero de la historia del Mérida, Josip Visnjic, que ganó mucho en el Romano... pero sólo como local. También es cierto que el de esta tarde será su segundo partido como visitante en el Romano, que le espera con los brazos abiertos. Pero solo hasta las 20.00 horas.