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Comparaba este viernes Alberto Cifuentes al Villanovense con un paciente al que le han dicho que le quedan dos meses de vida y ... debía plantearse cómo afrontar esos últimos compases. El técnico decía que, en esa situación, lo mejor es disfrutar y salir a por todas. Algo así como que si hay que morir, que sea matando. Y se intentó, pero no fue suficiente contra el Juventud de Torremolinos, que apenas necesitó dos fogonazos para hundir un poco más si cabe a los serones.
Fue un partido de pocas ocasiones del Villanovense y las que hubo no se aprovecharon. Todo lo contrario que los andaluces, que apenas inquietaron la meta del debutante Marco Pérez, pero mandaron dos al fondo de la red. El joven portero sustituía al sancionado Olmedo, mientras que Cifuentes apostaba también por el canterano Viti, titular una semana más, en un once con pocas novedades.
No fue el mejor día en ataque del Villanovense, pero delante tampoco parecía estar el segundo clasificado al que los serones consiguieron maniatar durante buena parte del encuentro. Esa buena labor defensiva no se vio acompañada en ataque y los de Cifuentes tenían el balón, pero estaban demasiado lejos del área rival.
La única ocasión clara de la primera mitad tardaría en llegar 43 minutos. Casi al filo del descanso, la tuvo Kevin Sánchez con un gran disparo que se marchó algo desviado buscando la escuadra.
No dio para más el primer tiempo sobre un césped que aguantó de forma correcta el intenso uso de los últimos días con la disputa de la fase final de la Copa del Rey Juvenil. Sin embargo, la alegría del Barcelona en la mañana del domingo no se contagió después al Villanovense que vio cómo esa felicidad se iba del lado del Torremolinos en la segunda parte.
Alberto Cifuentes no tardaría en mirar al banquillo, pero sin obtener el resultado necesario. Pasada la hora de juego, Abreu y Pajuelo salieron del campo para dejar su sitio a Chalbaud y Pablo Guerrero. Minutos después, también refrescaría el ataque con la entrada de Bayo en lugar de Chabboura, pero nada parecía poner solución a un Villanovense muy desdibujado y con falta de creatividad en ataque.
Pero lo peor llegó cuando a esa falta de inspiración ofensiva se sumó la debacle en la parcela defensiva teniendo a Fran Castillo, del que ya se preocupaba Alberto Cifuentes en la previa, como protagonista. El '10' del conjunto visitante se encargó de asistir a balón parado a Cristóbal, que remató a gol un saque de esquina mal defendido por los locales para hacer el 0-1.
Villanovense:
Marco, Lobato, Brunet, Carlos Daniel, I. Robles (Benji, min. 80), Pajuelo (Pablo, min. 65), Ruymán, Kevin (Óscar, min. 80), Abreu (Chalbaud, min. 65), Chabboura (Bayo, min. 72) y Viti.
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Torremolinos:
Javi Cuenca; Edu López, Isma Heredia, Dani Fernández, Climent (Camacho, min. 58), Lanzini (Servetti, min. 65), Castillo, Iban (Gallego, min. 73), Sergio Díaz, Javi López (Cristóbal, min. 58) y Runy (Alset, min. 65).
Goles: 0-1: Cristóbal, min. 79; 0-2: Castillo, min. 85.
Árbitro: Carlos Castell Orozco (castellanomanchego). Amonestó a los locales Iván Robles y Ruymán, también expulsó a Carlos Daniel, y al visitante Castillo.
Incidencias: Unos 500 espectadores en el Municipal Villanovense.
Tocaba remar de nuevo a contracorriente para un equipo que ve cada vez más lejos la orilla y que este domingo desaprovechó el tropiezo de la Balompédica Linense, que perdió contra un Cádiz B que también pelea por salir del descenso. Una oportunidad que habría servido para recortar distancias respecto a los puestos de permanencia antes de visitar precisamente al filial cadista este domingo.
Ya con esa desventaja por la mínima, el técnico del Villanovense quemó sus balas con Benji y Óscar para buscar a la desesperada al menos un punto. Pero lo que llegó fue unos minutos más tarde la puntilla del Torremolinos con el gol de Fran Castillo, esta vez, con asistencia de Servetti (0-2).
Era la sentencia para este paciente en cuidados intensivos al que le queda muy poca vida y ya casi agoniza con rumbo a Tercera RFEF. Únicamente Bayo se anotó un acercamiento en el tramo final con un disparo que atrapó sin muchos problemas Javi Cuenca.
Por si fuera poco, ya en el tiempo de añadido, Carlos Daniel vio la tarjeta roja en una fuerte entrada que se podría haber evitado y que llegó, seguramente, fruto de la frustración de un Villanovense que sabe que sus opciones de permanencia son ya casi inexistentes.
«Hemos hecho una buena primera parte, con el equipo muy intenso y bien colocado», analizaba tras la derrota Alberto Cifuentes, que añadía que en el segundo tiempo «hemos salido incluso mejor, con llegadas al área, pero cualquier cosa nos penaliza mucho; nos hacen un gol de córner y a partir de ahí ya sí que hemos perdido el norte». El técnico del Villanovense ve «totalmente injusto lo que nos está pasando», también reconocía que su equipo no había sido capaz de que el portero rival «haya tenido que intervenir a pesar de las llegadas que hemos tenido». Así, resumía: «El resultado es más fruto de la clasificación que del partido».
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