Azuaga y Moralo, con poco margen de error

A falta de cinco jornadas para terminar la liga regular, todos los equipos afrontan los partidos como si de una final se tratasen. Todos tienen algo en juego. En este caso, el Azuaga necesita los puntos para seguir aspirando a meterse entre los cinco primeros para disputar el playoff de ascenso, está a un solo punto de ello, y el Moralo para recortar la desventaja que tiene con el líder Diocesano, que es de seis puntos.

El conjunto azuagueño repite como local tras el empate con el Calamonte, mientras que el de Navalmoral vuelve a la competición después de descansar por la exclusión del Extremadura B. «Tenemos muchas ganas de competir, ha venido bien el descanso obligado para recargar pilas, resetear y para afrontar con energía lo que nos queda, que es mucho y van a pasar muchas cosas», asegura José Antonio Ruiz, preparador del Moralo.

Los verdes es cierto que están vivos, pero dependen del tropiezo del Dioce, siempre y cuando lo aprovechen y no lo desperdicien como en otras ocasiones. «Cada partido es un mundo, hay mucha presión para todos. Este en Azuaga volverá a ser muy complicado porque es muy buen equipo y también se juega mucho», dice el míster de los arañuelos, añadiendo que «cuando llegué a finales de noviembre dije que el mes importante es abril, llegar bien a él, con opciones, y de momento estamos en esa posibilidad». Se da la circunstancia que el choque de la primera vuelta, que acabó 1-1, fue el detonante para el cese fulminante del antiguo inquilino del banquillo moralo, Miguel Rubio.

Los de Navalmoral no podrán contar en Azuaga con dos de sus goleadores por lesión, Christian Beltrán y Caio, un déficit que puede resultar decisivo. «Si queremos ascender, necesitamos ser más eficaces en la faceta ofensiva, en la goleadora», sentencia Ruiz.