El Badajoz se descuelga de la lucha por el liderato

Los resultados de la mañana metían más presión a un Badajoz que regresaba al Nuevo Vivero después de mes y medio y con muchas urgencias. La afición blanquinegra pudo ver por fin a su equipo en casa en este ya adentrado 2025, aunque la espera se prolongó un poco más al detenerse el partido al minuto de juego por tener que ser atendido un seguidor por los servicios médicos en la grada de Tribuna por una caída. Por ese motivo se añadieron 23 minutos en el primer tiempo.

El Badajoz tenía ganas de agradar y ansioso por hacer circular el balón otra vez por el césped del Nuevo Vivero trató de tenerlo en campo rival. Jorge Barba avisó desde la frontal, pero su disparo lo atajó abajo sin problemas Cristian. Después el malagueño volvió de nuevo a la carga en un intento de conectar con Álex Alegría en el punto de penalti y que despejó la defensa colegial antes de que llegara el delantero placentino. Al debutante Borja Domingo se le veía muy activo. Correoso y siendo todo un incordio para impedir una salida limpia de balón de la zaga cacereña.

El Diocesano se sacudió de esas primeras acometidas blanquinegras y enseñó sus dientes con una internada de Barrena por la derecha que terminó en córner. Ese saque de esquina lo remataría Fran Castro en el primer palo con un imponente cabezazo que salió rozando el poste.

El equipo pacense buscaba ese gol que templara los nervios y rebajara el empuje del Diocesano. Pero caía en la precipitación del pase o se pasaba de frenada en el desplazamiento del balón. Le costaba hacerse con el control y la pelota pasaba de uno a otro equipo armando rápidas transiciones que se perdían en la zona de zagueros.

En ese intercambio de ida y vuelta, la tuvo Álex Alegría al enganchar un centro de Dani Cordero algo escorado que se marchó a centímetros de la escuadra.

El partido estaba bien cosido por los planteamientos de ambas escuadras. Pero de repente un rasponazo hizo saltar las costuras. Un error de Ginés González al peinar el balón hacia atrás para su portero que se quedó corto lo aprovechó Nacho Mena para ganarle la posición y ser derribado dentro del área. Del penalti se encargó Fran Castro para adelantar al Diocesano a lo 'panenka' y desató la primera bronca de la grada con su equipo.

Después el Nuevo Vivero reclamaría otro penalti en el área colegial por agarrón sobre Álex Alegría que el colegiado saldó con amarilla para el placentino por protestar.

El Badajoz se encontraba contra las cuerdas, pero se resistía a tirar la toalla. Un enorme Cristian evitó el empate justo antes del descanso al hacerse gigante ante el intento de vaselina de Jorge Barba que había recibido un servicio de David Calles desde 20 metros.

Tocaba remar y apretar los dientes tras el descanso porque el playoff se le escapaba y ese golpe al ánimo del vestuario ya sería complicado de superar. Y así salieron los pacenses. Rabiosos y la mecha encendida para detonar el partido en dos minutos. Luis Oliver Sierra cambió de una tacada a sus dos laterales para dar mayor vocación ofensiva a sus carriles con Gurdiel y Jorge Pérez. Y a los dos minutos Borja Domingo se estrenaba como goleador blanquinegro. El delantero valenciano recogió un rechace del portero a tiro a bocajarro de Álex Alegría tras haberse metido Jorge Pérez hasta la cocina para colocarla donde nadie pudiera llegar. Y seguidamente, sin tiempo a terminar de cantar el gol en la grada, intensificó la presión en el saque de centro para provocar un córner donde estallaría el éxtasis blanquinegro. Barba sacó en corto sobre Santi Luque, que la colgó a la cabeza de Gustavo Quezada para que remachara la faena.

En apenas dos minutos le había dado la vuelta al marcador. El Badajoz había metido revoluciones a su juego y desarbolado a un conjunto colegial sin creerse lo que estaba pasando. Pero la alegría pacense duraría poco porque en una falta lateral de nuevo recibiría otro mazazo al emerger otra vez Fran Castro en el segundo palo y cabecear orientado a la otra escuadra.

Una auténtica locura de partido en apenas nueve minutos. La adrenalina y las pulsaciones se ponían a mil. El Badajoz trataba de activarse de nuevo con rápidas contras. Tocaba a zafarrancho sin cuartel. Bermúdez encañonó una en la frontal que le sacó Cristian con una estirada espectacular. En el rechace Jorge Pérez no estuvo muy acertado.

El Diocesano respondía con otra de Abel que detuvo Álex Quesada. Después le tocó a Santi Luque en una situación inmejorable, pero su disparo se marcho ligeramente desviado para desesperación del Nuevo Vivero.

Con el Badajoz volcado al ataque y el partido roto, Adolfo Senso tiró de Angelito y Buba para sorprender a los pacenses a la contra. Los pacenses seguían con su ofensiva, pero sin encontrar el punto para dar en la diana. El reloj corría más en contra de los blanquinegros que de los cacereños.

Un robo de balón en defensa para cortar una contra del Diocesano en una tremenda carrera ejemplifica lo que es Borja Domingo y lo que bien sabe reconocer el Nuevo Vivero.

El Badajoz se lanzó con todo a por la victoria. Se colgó arriba y dejó un par de hombres atrás. Y casi le cuesta un disgusto mayor. La tuvieron Abel y Angelito en el descuento solos con Álex Quesada, pero sus lanzamientos no vieron portería.

Con el susto metido en el cuerpo de un Nuevo Vivero crispado con su equipo se llegaría al final de un partido roto y que deja a los dos equipos lejos de sus objetivos.