El Badajoz y la fábula del lobo

Si en las dos anteriores campañas pocos podían imaginar al inicio de curso que el Badajoz terminaría perdiendo la categoría y dar con sus huesos en dos años de las puertas del cielo de Primera RFEF al pozo de la Tercera RFEF, en la presente temporada no entra en el imaginario colectivo no alcanzar como mínimo las eliminatorias de ascenso.

Los de Primera RFEF y Segunda RFEF no eran proyectos para descender, pero el equipo pacense se metió en una espiral negativa de la que no supo salir y al final se confirmó el desastre. La esperanza de la salvación siempre estuvo presente entre la afición y nadie contemplaba que se produciría ese trágico desenlace convencidos en retomar el vuelo. Pero a medida que pasaban las jornadas el Badajoz seguía atrapado en su angustia y con los nervios a flor de piel terminó por precipitarse al vacío.

«No vamos a bajar, por favor», indicaba Carlos Cordero a los aficionados hace poco más de un año tras perder en el campo del Unión Adarve al tiempo que reconocía que la situación le ha había provocado ansiedad hasta el punto de llorar todos los días. «No nos vamos a ir a Tercera», sostenía también Miguel Núñez, que ese día llevaba la capitanía ante la impotencia de Cordero. La mayoría de seguidores confiaba en la reacción, pero ese chispazo no llegó. El descenso resultaba impensable cuando se transitaba por el ecuador de esas dos temporadas, pero el equipo se vio tambaleándose sobre el alambre en el tramo decisivo y no fue capaz de mantenerse en pie.

Las sensaciones de esta campaña van por el mismo camino. «La afición tiene toda la razón del mundo. Llevan dos años de mierda y el año que le estamos dando es para matarnos a todos», admitía Luis Oliver Sierra tras una nueva decepción ante el Montijo. Entonces, desde el Nuevo Vivero se pedía calma para quitarle presión a un vestuario presa del pánico. Ahora ocurre lo mismo con un playoff que ve que se le puede escapar. «Con un poco de tranquilidad este equipo puede funcionar muy bien», transmitía el técnico blanquinegro el pasado domingo.

La percepción general es que el Badajoz va a entrar en playoff. No se contempla otro escenario. Pero han sido tantas las falsas alarmas que ha protagonizado el equipo pacense que al final puede volver a ver aparecer el lobo. «Hay que pegar un giro mental. Tener claro lo que nos jugamos, ya no solo como club, sino cada jugador», advertía Oliver Sierra.