El Badajoz se refugia en el Nuevo Vivero

El Badajoz recibe a Montijo, Puebla y Calamonte de forma consecutiva en el Nuevo Vivero en un momento en el que necesita del máximo apoyo posible. Asegurar el playoff se convierte ahora en el objetivo prioritario y de obligado cumplimiento para los blanquinegros. De ahí que sentir el calor de una afición siempre entregada a su equipo, en las buenas y sobre todo en las malas, resulta vital para no perder ese segundo tren que sigue su curso sin esperar a nadie. Así lo volvió a demostrar en Almendralejo durante todo el partido y esperó al pitido final para descargar todo su desencanto contra Luis Oliver Sierra con una sonora pitada a la que se unió la hinchada azulgrana, que no olvidó su pasado en el desaparecido Extremadura UD.

En ese cruce de sentimientos encontrados hacia el apoyo del equipo y el rechazo del técnico –que es además apoderado solidario de Lanuspe y propietario del club–, se debate la masa social blanquinegra para tratar de impulsar al Badajoz desde el Nuevo Vivero durante tres semanas seguidas. Lo que está claro es que el conjunto pacense no se puede permitir más fallos si además de despedirse también del playoff no quiere acabar con la santa paciencia de una afición más que crispada y harta de decepciones.

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Para este primer asalto ante el Montijo, el equipo pacense no podrá contar con Gustavo Quezada por tener que cumplir ciclo de 5 amarillas. El Badajoz busca refugio en el Nuevo Vivero para reconducir su situación y conservar la vitola de ser el único equipo que se ha mantenido siempre sin salir de los puestos de playoff. «Nosotros ahora tenemos un calendario que nos permite jugar de los ocho partidos cinco en casa, ahí estamos siendo muy fuertes y nos hemos quitado ya a todos los equipos de la parte alta», incidía Oliver Sierra.

El Badajoz necesitará sobreponerse al golpe de una derrota, que si bien no mereció, doblemente dolorosa por lo que significaba y que le apartaba de la lucha por el campeonato. «Tenemos que dejar esto solo en 3 puntos y no nos invada la presión como en la primera vuelta que parecía que estábamos de funeral permanente», exponía el técnico aragonés. «No voy a dejar que el equipo se caiga», añadía, al mismo tiempo que a pesar de las circunstancias seguía sin perder la esperanza agarrándose a un clavo ardiendo. «El objetivo era ser campeón. El equipo que triplica el presupuesto tiene la necesidad de quedar campeón. Hasta que las matemáticas lo digan ahí vamos a estar».

Oliver Sierra apela a que su equipo dé continuidad a esa mejor versión que ofreció en el Francisco de la Hera. «Hemos anulado muy bien al mejor equipo de la categoría y eso tiene mucho mérito, sobre todo fuera de casa».