Un derbi de la cordialidad sin cuartel entre el Extremadura y el Badajoz

En un derbi de estas características, las dinámicas quedan en barbecho y el precedente de la primera vuelta supone un lejano recuerdo sin apenas fundamento. Porque los blanquinegros sometieron sin pólvora a su rival, pero poco tiene que ver aquel bloque azulgrana con el remozado que pone en liza en este combate que posee tres premisas fundamentales para los pacenses: «si caemos, el campeonato está absolutamente perdido, si empatamos, muy difícil y si ganamos, pondremos patas arriba la clasificación», analizaba en al previa el técnico del Badajoz, Luis Oliver Sierra.

La presencia de otros invitados a la fiesta, con el Azuaga como mejor colocado, supone una presión añadida para los almendralejenses que los visitantes quieren aprovechar, «llevan dos meses y medio espectaculares y se han puesto ahí, pero no te puedes relajar porque está siendo la Tercera más competida y en cuanto fallen algún día estaremos unos cuantos ahí intentando morderles». Durante su exposición insistió en volcar sobre su contrincante todo el peso del botín que hay en litigio, «todo lo que no sea quedar campeones para ellos sería un fracaso». Y añadía: «ellos dependen muy mucho de lo que ocurra este domingo». Y otra más: «se pasa mal pensando que una inversión millonaria se puede ir al traste por un partido». La estrategia desde el púlpito era clara en la víspera. Además, manda un aviso a navegantes, «si nos quieren ganar van a tener que correr mucho más de lo que han corrido en los últimos partidos».

El preparador aragonés ensalza los ingredientes de un duelo siempre catalogado de la cordialidad, pero en el que no habrá cuartel en el verde. Resalta también la alcurnia de la cita y que «para el 80% de los jugadores de ambos equipos es el partido más importante de sus vidas, porque no es fácil en estas categorías jugar con 8.000 o 9.000 personas». De esos, más de 500 serán blanquinegros, «para nosotros va a ser fundamental porque va a ser una auténtica guerra».

En cuanto al once, dejó muchas incógnitas, no confirmó si apostará por su dibujo de cabecera, el 4-4-2, solo deslizó que «no vas a ganar nada desde el sistema. Lo tienes que ganar todo desde la intensidad, desde la mordiente». Tampoco dejó claro quién será el inquilino en la meta, pero se refirió a la juventud de Alonso, titular en los dos últimos encuentros y medio, «depende de una delgada línea roja entre darle responsabilidad y que vayan midiéndose en ciertos escenarios o echarlo a los leones». Otra de las dudas es el lateral izquierdo, con Álex Herrera recuperado de su esguince de tobillo.

Para el Extremadura el partido cierra un ciclo como local y lo hace con el choque del año. Aunque el Badajoz está a siete puntos de los azulgranas y ahora mismo el rival más directo es el Azuaga, el encuentro ante los pacenses estaba marcado en rojo tanto por el club como por los aficionados. En las oficinas del equipo almendralejense lo dejaron claro con la designación del partido como medio día del club; y en las gradas con la respuesta tan buena en cuanto a la venta de entradas. El ambiente del derbi va a ser el mejor de la temporada en el Francisco de la Hera.

Sobre el terreno de juego el Extremadura está demostrando en el 2025 que es el rival a batir. Los de Cisqui lo han ganado todo y solo han recibido un gol. El juego del equipo está permitiendo que estén en lo más alto de la clasificación, pero en el vestuario son conscientes de que si no dan el máximo no van a poder doblegar al Badajoz. El picante del choque está en el enfrentamiento de varios azulgranas que vistieron la camiseta del Badajoz. Jugadores como Pardo, Carlos Cordero o Miguel Núñez, este último además con una salida del club de forma abrupta.

La duda en el equipo inicial estará en el ataque. Maikel podría llegar al partido, pero es complicado que lo haga como titular. Si el delantero no está preparado, el 'once' de Cisqui será calcado al de la pasada semana ante el Jaraíz, con Robe Moreno junto a Miguel Núñez y con Marco de enganche por detrás de Callejón.