Dieguito alumbra al Extremadura en Montijo

Un misil desde la frontera del área del extremo Dieguito, cuando mejor jugaba el Montijo, sirvió al Extremadura para doblegar a un rival que dio la cara desde que la pelota se puso en juego y que no desfalleció en todo el compromiso. Con el triunfo, el segundo consecutivo tras el de la semana pasada ante el Villafranca, el Extremadura mantiene el tren de su objetivo: disputar a final de curso la fase de ascenso.

El conjunto anfitrión afrontó el duelo con el ánimo alto por la victoria de la jornada previa ante el ogro de la tabla, el Jaraíz. Debutó en el once inicial local el central Martín Gómez, con el técnico, Germán Corengia, ausente por sanción y sustituido en sus funciones por su segundo, Jesús Acevedo. En las huestes almendralejenses, un once calcado al de la cita previa, con el ariete Maikel como referente, bien escoltado por la magia de Dieguito y Callejón en la vanguardia.

Apenas con un minuto en el cronómetro hubo un primer intento, anecdótico bien es cierto, del Montijo, cuando trató de irse dentro del área Miguel de Luis. El elenco de Cisqui quiso pronto sacar el bastón de mando del partido y el sempiterno diablo Dieguito buscó sin hallar la conexión con Callejón dentro del área. El meta Jesús Navajas impidió la opción.

El desarrollo del encuentro mostró a un Extremadura con el timón del juego ante un Montijo que aguantó bien aposentado en el césped y que buscó alguna solución a la contra. El delantero ciudadrealeño Maikel se hizo con la pelota al borde de la línea de cal, pero Martín Gómez puso los límites y barrió el intento del jugador del Extremadura a los 18 minutos.

El extremo de Solana de los Barros, Dieguito, frotó sus borceguíes en un saque de falta, pero la zaga de la escuadra rojinegra salvó el disparo. El brillo en el escenario se mantuvo durante los siguientes minutos bajo mínimos y tan sólo hay que resaltar dos parones motivados por sendos choques del local Bakari, que mantuvo con un efectivo menos al conjunto de las Vegas Bajas en el campo.

A cinco minutos del intermedio, Maikel obligó y exigió al guardameta Jesús Navajas a dar lo mejor de sí para tapar su disparo, e hizo lo propio en la prolongación de la jugada con la peinada picada de Tala. Luego, en el tiempo añadido, llegó la mejor opción del Montijo. Una falta botada por Miguel de Luis subió la temperatura de los guantes de Robador, que un minuto después tuvo que volver a ganarse el sueldo ante un duro cabezazo de Matías Peña que dio paso al tiempo de reflexión y descanso a los dos equipos.

Cisqui dejó en la caseta a Manu y brindó los primeros minutos con la camiseta del Extremadura, blanca en esta ocasión, al extremo Barace. Desprendió mejor criterio con el esférico el cuadro rojinegro en el reencuentro de la acción y Bakari firmó una cabalgada que terminó, extenuado, con un desafortunado disparo que despejó la zaga del Extremadura a córner. Era el minuto 56.

Miguel de Luis volvió a echar sus simientes en un tiro lejano sin fruto y, casi de inmediato, un testarazo de Caio volvió a elevar la frecuencia cardíaca de Robador. Y sucedió lo que tantas veces se pone de manifiesto en el fútbol y otros deportes, que la suerte no siempre sonríe a quien más lo merece. En pleno desconcierto de los pupilos de Cisqui, Dieguito cogió la pelota en una diagonal y desde los límites del área, soltó un derechazo letal que perforó la red de la portería del conjunto montijano a los 66 minutos.

Acto seguido, debutó con la camiseta rojinegra el argentino Santi, procedente del Valdepeñas, antesala de un disparo de Dieguito arriba. Se movieron las piezas, al tiempo que se agitó el partido, con Rojas, Cidoncha y Banquetero a escena. El gol del Extremadura calmó a los pupilos de Cisqui, pero el Montijo siguió luchando.

El cuadro local se dejó la piel en el césped intentando lograr unas tablas que finalmente no consiguió. No hubiesen sido del todo injustas a tenor del desarrollo del encuentro, la verdad sea dicha.

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