El Extremadura cede su primer punto del año

Acuciado por su delicada situación en la tabla, el Puebla alzó la voz en el terreno de juego a las primeras de cambio y pronto inauguró el apartado estadístico. A los cuatro minutos, un balón suelto en el área almendralejense brindó al ariete Aníbal el primer remate a puerta, sofocado por un defensor, con prolongación de un remate de Rodao que se fue lejos del portal de Robador.

El Extremadura, incomodado por su rival, tocó y tocó bola, con más corazón y pundonor que otra cosa, sin hallar en ningún momento ni la chispa y alardes de su extremo Dieguito ni mucho menos algún argumento sólido en ataque con la presencia de sus 'rifles' Callejón y Maikel, más que apagados. El colegiado González Caballero sufrió un tirón muscular que detuvo el partido tres minutos, un susto pasajero aunque con posteriores consecuencias.

Sin claridad ni acercamientos a ninguna de las dos áreas y más lucha sorda en la moqueta que juego, el reloj siguió su curso sin que el cuadro de Cisqui vislumbrase el área rival. Hubo que aguardar a la media hora para ver el primer tiro a puerta del bloque azulgrana, esta vez de blanco. Fue en las botas de Dieguito, cuyo remate cándido se alejó de la red de Isi Jareño. Un testarazo de Barace al garete, a cinco minutos del descanso, dio paso a la mejor oportunidad del Extremadura en el primer período: un tiro de Callejón, durísimo desde la frontal, que repelió Isi Jareño.

Con un retraso considerable, cercano a una hora, debido a la lesión muscular sufrida por el colegiado principal y que motivó la sustitución por el primer línea Ruiz Rodríguez, arrancó la segunda entrega. Cisqui hizo su primer cambio, dejando en el vestuario a un desdibujado Maikel, por el que ocupó su hueco Manchón. Con algo más de chispa en ambos conjuntos en el reencuentro, el cuadro de las Vegas Bajas dispuso de la primera ocasión tras un saque lateral de falta que Abraham Pozo envió al cielo en el minuto 49. Fue un aviso de lo que diez minutos más tarde brindó a todo el público asistente.

Un desdichado despeje de la zaga y un Robador fuera de la meta propiciaron el globo letal de Abraham Pozo desde fuera del área, que rompió la red. Un gol que premió el trabajo coral de un equipo que le bajó los humos momentáneamente al líder. Cisqui optó entonces por la frescura y desparpajo de Platero, que relevó a Callejón, buscando soluciones.

El Puebla dominó el juego, pero el Extremadura, cosas del fútbol, tuvo el santo de cara cuando más agonizaba. Dieguito se frotó las botas en el banderín, el balón tomó aire y en el segundo palo apareció la cabeza imperial de Carlos Cordero para firmar las tablas. Quedaba un cuarto de hora por jugar.

La tensión en el campo creció notablemente en esa fase y el local Coronado fue expulsado del campo por ver la segunda cartulina amarilla en el minuto 91 por una fea entrada sobre Tala. Poco después sonó el pitido, que certificó las tablas y la sorpresa en el Municipal.