El Extremadura consigue su primer título a base de fe y confianza

A lomos de Callejón, que dio una asistencia y consiguió el fallo defensivo previo al segundo gol de su equipo, y con los tantos de Moussa y Rubén Cabeza, el Extremadura ganó el título que lleva persiguiendo desde agosto, cuando comenzó la fase regional. La alegría sobre el césped y las gradas del Francisco de la Hera al finalizar el encuentro demuestra la importancia que el título había adquirido entre la afición y el club de Almendralejo. Es también la primera Copa Federación para el fútbol extremeño.

El Extremadura y el Compostela se jugaban algo más que un título, y es que el premio económico cobra más importancia si cabe con equipos de categorías no profesionales. Por eso, los 93.000 euros para el campeón se antojaban importantes más allá del terreno de juego del Francisco de la Hera. La balanza cayó para un Extremadura que supo ser mejor en la segunda parte, cuando el partido estaba candente y estaba en juego todo.

El comienzo del Extremadura no fue nada bueno. El equipo se vio sometido desde el primer minuto por el control rival y a los cinco minutos ya podía ir perdiendo. Lo evitó, como casi siempre, un inmenso Robador, que le ganó la partida a Samuel en el mano a mano. Pero el gol del Compostela no se hizo esperar.

Los de Antón Permuy aprovecharon una jugada a balón parado para marcar el primero en una jugada ensayada que acabó con Pablo Antas rematando a portería vacía. No se había cumplido ni un cuarto de hora y el Extremadura tenía que remar a contracorriente en la final. Y lo hizo, vaya si lo hizo.

A la media hora de juego Callejón se puso a bailar con el cuero en la frontal del área antes de dejarle el esférico a Moussa, que llegó desde atrás con toda a fe de mundo para empalar la bola y mandara al fondo de la red con un disparo ajustado a la cepa del poste. El Extremadura consiguió igualar la contienda pese a que se le había puesto todo en contra.

Eso sí, el Compostela se pudo ir por delante al descanso si hubiese tenido un poco de acierto en una jugada bastante clara. Primero tuvo que intervenir Tala para sacar un balón que se colaba en la portería, y en el rechace De Prado, con tiempo para pensar y buena situación para marcar, mandó la ocasión a las nubes.

Tras esta oportunidad el partido se igualó hasta que los dos equipos se marcharon a vestuarios. El Extremadura compitió con sus armas a un Compostela que demostró que es de una categoría superior y que llegó de dulce al Francisco de la Hera.

Pero el fútbol es tan adictivo porque no atiende a ninguna razón. En la jugada quizá más fácil de defender para el Compostela el Extremadura marcó el segundo y se puso por delante.

Porque la fe y la confianza en lo que se hace no entienden de categorías, y a Callejón le sobró de ambas cosas para ir a presionar como si fuese la última jugada del partido. Fruto de esa presión forzó el error rival y tras un rebote con el portero el esférico le cayó a Rubén Cabeza para que marcase el segundo de su equipo y poner cuesta abajo a final para los suyos.

Desde el tanto que puso a los locales por delante la final se igualó por completo. El Extremadura estaba bastante cómodo defendiendo su resultado en campo propio mientras creaba peligro a la contra; y el Compostela tenía la posesión de balón pero no hacía daño sobre la meta de Robador.

El Extremadura apenas sufrió en los últimos minutos. Es más, Robador no tuvo que hacer ninguna intervención. La defensa férrea local desbarató cualquier opción de empate de un Compostela que se fue diluyendo con el paso de los minutos y acabó sucumbiendo al Francisco de la Hera.