El Extremadura vuelve a sacar la apisonadora ante el Jaraíz

Los números de las últimas nueve victorias del Extremadura son apabullantes. Los azulgranas han marcado 24 tantos, contando con los cuatro ante el Jaraíz, y solo han recibido un gol. Números inmejorables que permiten al equipo de Almendralejo seguir en lo más alto de la clasificación.

En la primera parte pasó de todo. Hay en muchos partidos que no ocurre ni una décima parte de lo que vio el público del Francisco de la Hera antes del descanso. Es más, en el primer cuarto de hora ya habían tenido ocasiones muy claras los dos equipos, Callejón había mandado el esférico al palo, el Jaraíz probó a Robador y el Extremadura se había puesto por delante.

Cada equipo con sus armas tuvo la opción de adelantarse en el marcador. El Jaraíz no lo aprovechó en una ocasión clara de Álvaro Garrido que tapó Robador, pero el Extremadura sí fue capaz de derribar la defensa rival. Callejón cazó un balón suelto tras varios remates para poner a los suyos por delante. No se habían cumplido ni 15 minutos y ya se vio lo que iba a ser el choque.

La sucesión de ocasiones por parte de ambos tenía a los aficionados casi como en un partido de tenis, con la cabeza de un lado a otro. La diferencia en el marcador con la que se fue el Extremadura al descanso se basó en el acierto de cara a la portería rival y en la endeblez defensiva del Jaraíz en alguna jugada puntual, como la del tercer gol.

El Extremadura encaró los vestuarios con tres de ventaja gracias al tanto de cabeza de Robe Moreno y el de Dieguito en un contragolpe, pero también con dos tiros al poste, una oportunidad de Marco bastante clara casi a portería vacía y un remate de Barace que se marchó al lateral de la red. O sea, que la producción ofensiva azulgrana fue mayor que en los anteriores encuentros y se vio reflejado en el marcador.

Eso sí, el Jaraíz tuvo dos oportunidades muy claras y que fueron clave en la primera parte. La de Álvaro Garrido que paró Robador con empate a cero en el marcador, y después un tiro al larguero de Tici con dos a cero en el electrónico, que justo después desembocó en el tercer gol azulgrana.

La primera y la segunda mitad fueron como el día y la noche. La tensión competitiva bajó, las ocasiones se contaban con los dedos de una mano y los porteros apenas intervinieron. Hasta el clima cambió y pasó de un sol de invierno en la primera parte al chaparrón de la segunda. El partido era otro, y el equipo beneficiado fue el Extremadura.

Lo mejor de la segunda parte fue el último tanto del encuentro. Dieguito agarró el esférico en la banda, se fue de sus dos rivales como si fuese fácil y batió a Miguel para cerrar la goleada azulgrana y poner el broche a un nuevo gran partido del Extremadura ante un rival directo.