Introspección en el Badajoz para un cambio de actitud

Sobre todo teniendo en cuenta los estragos que han causado las desconexiones, los errores y la recurrente falta de puntería, aunque más le preocupan las fallas de intensidad, cuestiones sobre las que fue muy crítico antes del cierre de 2024. «Examen de conciencia en Navidad, que cada uno vaya a su casa y piense si estamos haciendo lo correcto para sacar al Badajoz porque si no no vamos a ascender», comentó airadamente y sin disimular su contrariedad.

El preparador aragonés enfatizó en una peligrosa relajación que se tradujo en un empate insulso y decepcionante ante el Jerez. Comentó que percibió a sus futbolistas más pendientes de «negociar más días de vacaciones que de lo que había que hacer. Venimos de arrasar en dos partidos en casa y se piensan que no pasa nada, controlamos al rival en la primera parte, los cansamos y abusamos de ellos en la segunda, y no es así». En el apartado mental es en el que más considera necesario incidir el preparador del conjunto pacense.

El regreso a la competición se producirá con el Badajoz distanciado a seis puntos del sólido Jaraíz, que comanda con puño de hierro la tabla. Ahora llegan las curvas a un calendario con cuatro desplazamientos, a Castuera, Olivenza, Azuaga y Llerenense, estos dos últimos compromisos ante rivales en la pelea por los puestos de playoff, para rematar esa secuencia con la visita del Diocesano, otro de los aspirantes. Y la realidad es que ha engullido con voracidad y de manera precoz su margen de error. «En circunstancias normales deberíamos sacarle diez puntos al segundo, con lo que falla todo el mundo, pero estamos mirando al Jaraíz casi con catalejo, no puede ser».

Respecto a la lesión que sufrió el guardameta Sergio Tienza en el último compromiso de 2024, este viernes se someterá a una resonancia para determinar el alcance de su dolencia, aunque todo apunta a que estará fuera varias semanas.