Oliver Sierra, técnico del Badajoz: «El equipo está muy tocado»

El Badajoz volvió a decepcionar en una nueva salida y ante otro rival directo. No ha conseguido ganar en ninguno de los campos de los aspirantes al ascenso. Ni en Cáceres (0-0 con el Diocesano) ni en Azuaga (0-0) ni en Llerena (1-0) ni en Jaraíz (1-0) fue capaz de sacar los tres puntos. Escenarios que marcan la auténtica medida de una candidatura blanquinegra que se desinfla en el momento de la verdad y en los que volvería a jugarse en eliminatorias a vida o muerte un posible playoff de ascenso. Mala perspectiva de futuro también para confiar si el Badajoz tiene que acudir a esa vía en sus deseos de subir a Segunda RFEF. «En la segunda vuelta no hemos sido capaces de ganarle a ninguno de los de arriba, eso te marca lo lejos que estamos psicológicamente de poder ser campeones», asumía Luis Oliver Sierra. Y el próximo desplazamiento es al Francisco de la Hera de Almendralejo. Examen en toda regla para los pacenses.

El técnico blanquinegro se agarra a la calculadora para tratar de levantar el ánimo en un vestuario de brazos caídos. «El equipo está muy tocado, pero a pensar ya en el partido de Villafranca y minimizar daños. El fútbol es un estado de ánimo y hay que trabajar mentalmente para recuperarse lo antes posible», apuntaba en medio de un ambiente de funeral en Jaraíz de la Vera.

También la sensación entre una afición cada vez más desilusionada es de frustración y de resignación ante un ascenso directo que ya dan por perdido. «En este deporte mientras hay matemáticas todo es posible. Por mucho que pierdas 7-0 ó 1-0 son 3 puntos. La semana que viene tenemos otra oportunidad para reivindicarnos y volver a coger buenas sensaciones», exponía.

El equipo pacense no ha estado a la altura cuando realmente la ocasión lo requería. En esos cuatro desplazamientos ante rivales directos, los de Luis Oliver Sierra solo han sacado dos puntos de doce. Una sangría de puntos que de haber amarrado le vestiría de líder en solitario y con una cómoda ventaja sobre sus perseguidores, que lógicamente sin esos puntos sumados frente a los pacenses estarían todavía más lejos del primer puesto. «Seguimos dejándonos muchos puntos fuera de casa y estamos concediendo mucha ventaja a nuestros rivales para nos saquen distancia», se lamentaba el técnico blanquinegro tras perder su tercer partido de la temporada en Jaraíz.

El domingo toca recibir al Villafranca en el Nuevo Vivero en un partido en el que los pacenses empiezan ya a mirar más en defender el playoff que la hazaña de quedar campeones.