![Álvaro Martín: de la gloria olímpica de París al concierto de Andy y Lucas](https://s3.ppllstatics.com/hoy/www/multimedia/2024/08/11/alvaro-R5PoD3B5m33vwtGv0o4GdkO-1200x840@Hoy.jpg)
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Desde el momento en el que Álvaro Martín logró su primera medalla en los Juegos de París en la prueba individual de 20 kilómetros, tanto él mismo como toda Llerena deseaban su vuelta a casa para celebrarlo. Después llegó otra de oro, lo que supuso ... un éxtasis total para sus vecinos, que lo seguían con atención a través de las pantallas a más de 1.000 kilómetros de distancia.
El propio atleta, nada más granar el bronce, se acordó de Llerena. En sus primeras palabras dijo que era un «tío normal, de un pueblo de 6.000 habitantes de Extremadura». Esa pequeña localidad vibró con sus palabras de cariño. Además se ha anunciado que habrá una futura calle con su nombre y su rostro protagoniza un enorme mural delante de las pistas de atletismo, para inspirar a los jóvenes.
El atleta regresó a casa el viernes, dos días después de ganar el oro. Una de las primeras cosas que hizo fue acudir al concierto de Andy y Lucas que se celebraba en el auditorio municipal. Allí se dio su primer baño de masas entre sus paisanos y, sin querer robar el protagonismo a los artistas, subió al escenario al término del espectáculo para enfatizar las ganas que tenía de volver y vivir las fiestas patronales de su localidad, que se celebran estos días, como un llerenense más. Como cualquier otro año, pero ahora con dos medallas olímpicas colgadas del cuello.
Pero antes de provocar tantas alegrías a sus paisanos, Álvaro Martín, como todos los héroes olímpicos, tiene un origen. Su pasión por el atletismo comenzó en el municipio de la Campiña Sur a los 9 años. En ese punto ya era un apasionado del deporte, habiendo practicado anteriormente tenis, fútbol o natación. Tras probar como fondista, se decantó por la marcha, una disciplina en la que ha marcado historia.
A los 16 años, dejó atrás Llerena para mudarse a Madrid, donde compaginaba entrenos en el Centro de Alto Rendimiento de la capital y sus estudios de Bachillerato. Desde el principio, Martín Uriol tuvo claro la importancia de estudiar para tener una base desde la que partir tras el retiro. Durante estos años, mientras seguía ganando metales, ha estudiado las carreras de Ciencias Políticas y de Derecho a través de la UNED.
En el plano deportivo, ha sumado numerosos logros a nivel nacional, europeo y mundial, pero la primera piedra fue su victoria en el Campeonato de Europa de 2018, donde con 24 años ya advirtió que no era uno más. Supuso una nueva dimensión en su reconocimiento por parte del mundo de la marcha, pero también en Llerena, donde se le puso su nombre a la pista municipal de atletismo y se le hizo su primer gran homenaje en la plaza de España -luego vendrían más- en agosto de aquel año.
Desde entonces ha ido construyendo una figura con muchos matices. En primer lugar, un deportista de élite que se esfuerza al máximo por ganar y lo da todo, sacrificando incluso muchos aspectos personales. Por otra parte, su lucha por las buenas condiciones de sus compañeros y contra el dopaje. Y, finalmente, el amor por un pueblo que dejó hace unos 14 años, pero con el que nunca ha perdido la conexión y cuyo nombre siempre deja por donde pasa.
Todo ello le valió para convertirse en Hijo Predilecto de Llerena en 2023, título que comparte con muy pocas personas, como es el caso de Valentín Cortés, exalcalde y expresidente de la Diputación de Badajoz; o Miguel del Barco, compositor del himno de Extremadura.
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