![Y Loida Zabala cumplió su sueño](https://s2.ppllstatics.com/hoy/www/multimedia/2024/09/05/loida-RpKJ1JYlT82Ca8Cnnc4ceUK-1200x840@Hoy.jpg)
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Marco A.Rodríguez
Badajoz
Jueves, 5 de septiembre 2024, 13:35
Loida Zabala es una competidora nata, pero en esta ocasión su presencia en los Juegos Paralímpicos de París trasciende al deporte. La haltera de Losar de la Vera no peleaba contra las mejores por un hueco en el podio o un diploma, sino que disfrutaba ... esa enorme conquista que supone el hecho de participar tras serle diagnosticado a finales del año pasado un terrible cáncer de pulmón con metástasis en el cerebro y órganos como el hígado o los riñones. Tras duros meses de un tratamiento que va por buen camino, la extremeña consiguió el pasaporte para la capital francesa, donde voló sabiendo que no podría competir en igualdad de condiciones que sus adversarias, la élite mundial. Hay que recordar que no hablamos de un deporte 'tranquilo' como el ajedrez o el tiro con arco. Todo lo contrario, se precisa toda la fuerza posible en la halterofilia adaptada en su categoría de menos de 50 kilogramos, pero Loida es una luchadora como pocas y fue capaz de cumplir su sueño de estar en los Juegos, el arma que ha utilizado para hacerle frente a su devastadora enfermedad. El mejor de sus tres intentos se quedó en los 75 kilos, muy lejos de la cabeza, finalizando en el noveno puesto, aunque eso era lo de menos.
En el primer intento, Zabala superó los 60 kg sin problemas, eso sí, a mucha distancia del resto de competidoras, que buscaban superar los 100 kilos, como la británica Broome, que alcanzaba los 112 o la china Xiao Jinping, que lograba 119 kilos, a uno solo del récord paralímpico fijado en 120, igualado por la venezolana Fuentes Monasterio en su segunda ronda, relegando a la segunda posición a la china. En el segundo intento, la extremeña puso a prueba los 70 kg, superados con solvencia y, sobre todo, con una enorme sonrisa. Se notaba que estaba disfrutando de su quinta experiencia olímpica. En el tercero, el listón estaba en los 75 kilos, logrado esta vez con una mezcla de sonrisas y alguna lágrima. Era consciente de que nada podía hacer contra las mejores del planeta, pero eso le importaba poco. Llama la atención que la española fue la más aplaudida de todas en el Porte de La Chapelle Arena parisino. «Ya sé que quedaré en la última posición porque apenas he tenido unos meses para prepararme y no he podido recuperar la forma que tenía antes de la enfermedad, pero yo voy a París solo a disfrutar de los Juegos, que han sido un salvavidas para mi», comentaba a este periódico días antes de que arrancara la competición.
Además de la pérdida de forma, Loida tuvo que enfrentarse en los días previos a la cita olímpica a otro problema serio como es el peso adecuado para tener el visto bueno de la organización. Le costaba con el tratamiento la eliminación de líquidos y eso le hacía coger peso y superar el máximo exigido de 50. Hasta el último día no supo seguro si podía salir al pabellón, algo que consiguió a base de maratonianas jornadas de sauna que la debilitaron todavía más, aunque ella es una guerrera y eso no le impidió ser de la partida. «En enero pesaba 61 kilos, he tenido que estar en sauna durante mucho tiempo con la médica al lado, con el tensiómetro..., quedarme a las puertas habría sido una noticia devastadora para mí. Han sido meses de sacrificio, dudé si podía llegar y tenía miedo a que me dijeran que no iba a París. La vida a veces te da sorpresas, mi cáncer es terminal y si me hubiera hundido y tirado la toalla no estaría viviendo en este momento», comentó emocionada en declaraciones recogidas por dxtadaptado.com.
Al final, el oro fue para la venezolana Clara Fuentes Monasterio, que levantó 124 kilos, nuevo récord olímpico, la plata para la británica Olivia Broome (119) y el bronce para la china Jinping, que llegó también a los 119 pero el desempate beneficia a la británica por su menor peso corporal. Loida Zabala finalizó novena con tres levantamientos válidos de 60, 70 y 75 kilos. En los últimos tiempos el peso que ha soportado ha sido mucho mayor, de ahí su sonrisa en París, porque vale más que cualquier medalla.
En el último fin de semana de los Juegos Paralímpicos de París llega el turno del piragüismo adaptado y con él la puesta en escena de nuestro gran candidato Juan Antonio Valle, que buscará este viernes desde las 10.00 la clasificación en su categoría KL3 200 metros y tomar el camino hacia el oro. El emeritense es campeón de Europa y del Mundo, por lo que quiere cerrar el círculo con el deseado 'triplete'. También desde las 10.00 horas compite la oliventina Inés Felipe, que peleará la clasificación de VL2 y KL2 200. No está entre las favoritas pero su progresión en los últimos tiempos es plausible.
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