Quesada, cuando era director general de Deportes de la Junta en un acto con el Arroyo de voleibol. :: hoy

El reto global de Fabián Quesada

El extremeño, nuevo director general de la Federación Internacional de Pelota Vasca, quiere extender este deporte a cada rincón del planeta

Marco A. Rodríguez

Sábado, 24 de enero 2015, 08:56

Cuando uno oye hablar de pelota vasca lo primero que piensa es en una tradición convertida en deporte y casi en religión en zonas geográficas muy determinadas, con mínima implantación una vez cruzadas sus fronteras. Pero resulta que existe una federación internacional (FIPV) con presencia en 33 países, si bien es cierto que cuatro o cinco de ellos, como España y sobre todo Francia, dominan con claridad. Una entidad mundial que ha situado como director general a un extremeño, Fabián Quesada, antiguo director general de Deportes de la Junta de Extremadura, el número dos regional ya que antes existía la figura del consejero. Sobre la mesa, el intento de extender la pelota vasca y sus nuevas modalidades por el mundo, que no se limite a aquellas zonas de cierta vinculación con el pasado. Un reto de grandes dimensiones para el que el directivo nacido en Mérida hace 38 años empleará su inquieta mente.

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«Queremos difundir este deporte a través de sus nuevas modalidades, como el frontball -parecido pero con sólo la pared frontal-, que está haciendo furor por su estética y dinamismo. Queremos llegar a economías emergentes, lograr un desarrollo pedagógico y acceder a proyectos de patrocinio», explica. El puente hacia este puesto ejecutivo procede de sus contactos previos con la federación española, con la que colaboraba en el 'Proyecto Mejora'. La Federación Internacional de Pelota Vasca, tras sus últimas elecciones, decide implantar aquella iniciativa española pero esta vez en el mundo y dentro de su programa cuatrianual, así que la persona más indicada es él.

País Vasco, Navarra o La Rioja copan el panorama español. «Son la cuna», añade Quesada. «Hay un dinamismo cultural que hay que saber gestionar a la vez que implicar en su divulgación a los profesionales a través de un cambio estatutario». En otras zonas geográficas como Cataluña se desarrollan modalidades como el frontenis y en el extranjero la fortaleza se encuentra en Francia, con la federación más potente. Otras importantes son la mexicana o la argentina. Junto a la española copan las medallas en los campeonatos mundiales. Seguro que pocos saben que hay una federación de pelota vasca en Filipinas, India o la reciente de Togo, aunque hay diferencias abismales con las estructuras y dotaciones presupuestarias de los países punteros, lo que dificulta cualquier ambición. «Encuentras federaciones que no cuentan con instalación oficial o donde se practica un tipo de pelota distinta. Hay mucho por hacer», prosigue Fabián Quesada. El proyecto es complicado. No hay una industria implantada a la que sujetarse y eso lo dificulta, pero el nuevo director general se muestra muy ilusionado pese a que parte de una cierta pasividad previa o histórica en la federación por la que los planes de expansión permanecían muy aparcados.

Quesada aportará su experiencia en gestión deportiva y formadora. Nunca ha abandonado su profesión como docente pese a que asegura que él no quiere ser un funcionario. Cuando salió de la Junta de Extremadura dio clases en el Instituto Español de Lisboa y la consultoría que fundó fue contratada para proyectos formativos europeos y nacionales hasta que comienzan las relaciones con las federaciones de natación, surf, pesca y pelota vasca. Su residencia continúa en Mérida pese a que la federación española está en Pamplona. «Con las nuevas tecnologías e internet se puede hacer de todo, no tengo que estar allí, aunque hay que viajar mucho: México, Chile, Uruguay, etc. y eso me exije porque debo compatibilizarlo con mi trabajo en la Academia de Formación Profesional Deportiva, en Mérida. Pero estoy muy ilusionado, hay mucho por dinamizar y crecer. Además, me dejan hacer, como cuando me fui a la Junta. Había un presidente y un consejero que me daban libertad y apostaban por el deporte», continúa un Quesada que tiene como reto personal, a menor escala, que en Extremadura se conozca la pelota vasca. «Tenemos un pequeño núcleo de frontón en Plasencia y Cáceres. Me gustaría que creciera aquí y en el mundo, pero hay que saberlo vender», concluye.

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