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El CPV decide no salir en Superliga 2 para centrarse en la cantera
Voleibol

El CPV decide no salir en Superliga 2 para centrarse en la cantera

El presidente, Diego Jaramillo, asegura que la renuncia del masculino y el femenino no es una cuestión de presupuesto, sino una apuesta rotunda por cuidar la base

Martes, 21 de junio 2022, 21:36

Badajoz no contará con voleibol en la segunda categoría. Tras anunciarse a principios de junio la renuncia del equipo masculino del CPV de competir en Superliga 2, todo apuntaba a que el femenino correría la misma suerte. Todo ello a pesar de que en un comunicado el club extremeño dejaba un pequeño resquicio con fecha de caducidad a dos semanas vista para lograr unos apoyos que no han llegado. La decisión, en cualquier caso, se había ido gestando desde hace tiempo. «No vamos a salir en competición nacional, cortamos con la élite y reseteamos. Podamos la planta para que crezca con raíces más fuertes», comenta el presidente de la entidad, Diego Jaramillo. «La directiva lo ha decidido por unanimidad, con todo nuestro dolor, y trabajaremos en la base, en la que tenemos ya 158 inscripciones».

Recalca con insistencia que la decisión de no concurrir en la división de plata con ninguno de sus dos equipos responde a un principio de coherencia y sostenibilidad más que a una justificación financiera. «Teníamos la posibilidad de armar un presupuesto más austero, con la subvención de la Junta y del Ayuntamiento, y hacer un proyecto con gente de la casa, con lo justito».

Se cifraba en unos 120.000 euros (60.000 para cada uno) el colchón de recursos para afrontar la temporada con garantías «para pagar a los jugadores a finales de mes, viajar en condiciones, tener capacidad de hacer noche cuando juegas fuera. Las cosas o se hacen bien o no se hacen».

Hay varios factores que jalonan toda la planificación y que han motivado que se tome la determinación final. Por un lado, las consecuencias derivadas de la crisis económica general con un notorio incremento de los costes, «alquileres de pisos para acoger a los jugadores, seguros sociales, altas en la Seguridad Social... Todo eso es dinero». Por otro lado, el angosto margen de maniobra por la dependencia absoluta de la inyección proveniente de las instituciones públicas, unas cantidades que perciben en plazos que no casan con los ritmos y tiempos naturales de la temporada deportiva y que obliga al club a buscar otras fórmulas para anticipar el montante necesario para funcionar. La Junta de Extremadura aporta 35.000 euros, con pagos fraccionado en enero, marzo, mayo y julio. Algo parecido ocurre, según relata Jaramillo, con los 15.000 euros que destina el Ayuntamiento, que llegan a las arcas del club en los últimos meses del año, sin olvidar que la competición finaliza en marzo. «Habría que adelantar un presupuesto entero de 100.000 euros, y lo hemos hecho durante dos años, pero es que no está acorde a los tiempos».

El directivo del CPV hace referencia también al agravio comparativo respecto a otros clubes de la región en cuanto a las ayudas, lo cual genera una descompensación en las opciones de unos y otros de acceder al mercado. «La Diputación de Badajoz nos aporta 3.500 euros y la de Cáceres concede 35.000. No peleamos en las mismas condiciones. Antes traías a alguien de aquí por 200 euros y ahora tienes que llegar a 600 y nosotros no podemos entrar en eso».

Sostiene que un 20% del presupuesto, alrededor de 15.000 euros, se destina a seguros sociales, «pero vemos que otros equipos no lo hacen. Si queremos hacer las cosas bien, nos lastra y nos castiga».

A esta tesitura se une un tejido empresarial sin interés en el voleibol, «hubo un patrocinador dispuesto, pero no llegaba a las cantidades», además de una masa social reducida, «excepto en los momentos bonitos, cuando se avecina un ascenso, pero en el día a día es una afición dormida». Con estos mimbres, pese a que Jaramillo repite que era factible concursar en la 2022/23, «¿para qué tener a los directivos con la lengua fuera, adelantando dinero a través de los bancos? Si te falla alguna subvención o cobramos algo fuera de plazo, nos aboca a la disolución».

Se lamenta de que no se ha valorado en su justa medida la trascendencia de ser «el único club de Extremadura que ha tenido voleibol masculino y femenino en plata. Si Badajoz no quiere esto, no vamos a ir a contracorriente».

Diego Jaramillo presentó su dimisión hace unos meses, aunque la directiva no la aceptó. Él ligó su continuidad esta campaña a que el CPV no saliera a competir en categoría nacional, como así ha sido finalmente. Ahora afronta esta prórroga de una decisión firme como año de transición para terminar de sanear la entidad, dejar todo liquidado y poner al día unas cuentas que, asegura, tendrán saldo positivo al cierre del ejercicio.

Admite que plantear recuperar la esencia de la cantera le ha devuelto algo de ilusión tras un año duro. «El alevín ha quedado séptimo en el Nacional, con 40 padres en las gradas, las familias volcadas. Si pones la dedicación, el altruismo y la devoción frente a los quebraderos de cabeza que da estar en la élite, no hay color». Deja una puerta abierta para la vuelta del CPV a categorías superiores: «dentro de 4 o 5 años, cuando los equipos de la base den el nivel, con presupuesto y capacidad se podrá estudiar».

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