«El COI espera un milagro»

Más de la mitad de los deportistas no tiene el billete aún para participar en los Juegos, deben obtener su clasificación. Solo la tienen por ahora el 47%, según el COE.

Een el aspecto bélico, la crisis del coronavirus no es comparable a una Guerra Mundial, pero, en algunas de sus consecuencias, esta pandemia sí lo es. El COI comienza a darse cuenta de su gravedad y se otorga un mes para contar un secreto obligado a voces. Tarde o temprano, aplazará los Juegos de Tokio de este verano porque se ha metido en un callejón con una única salida. Los deportistas y federaciones más castigadas lo llevan solicitando hace semanas y parece que sus ruegos son escuchados. Nuestros olímpicos viven con incertidumbre la conflictiva situación. Coinciden en que es necesario que se retrasen, pero, más relevante aún, que lo anuncien cuanto antes. Uno de los que más se ha pronuncido es Álvaro Martín, quien comenta que el Comité Olímpico Internacional debe estar esperando un milagro y por eso, todavía, es «extraoficial».

A Álvaro Martín el histórico decreto sobre el estado de alarma le sobrevino en plena concentración en Murcia. Fue escuchar al presidente del Gobierno y salir pitando a casa a la mañana siguiente, hacia Llerena, no sin antes comprar una cinta de correr porque ya sospechaba que el encierro iría para largo. Como estudiante de Derecho y Ciencias Políticas es consciente de que no es un asunto baladí. El vigente campeón de Europa de marcha fue uno de los más activos en la petición de aplazamiento de la cita olímpica, por lo que se muestra satisfecho aunque matice que, en realidad, se trata de una «suspensión extraoficial». «En el COI hablan de varios escenarios sobre la mesa y de que tomarán una decisión definitiva dentro de un mes. Se resisten a hacerlo oficial y quieren esperar hasta el último momento, pero cada vez estarán más presionados. Creo que están esperando un milagro, pero la presión es cada vez mayor. Ahora, el comité canadiense dice que no enviará a ningún deportista. Cuando se sumen más voces como esa no esperarán ni a estas cuatro semanas. No tiene sentido que los Juegos Olímpicos sean la única competición y todo lo demás esté parado».

Martín recuerda que en videoconferencia con el Comité Olímpico Español, Samaranch junior les subrayó que el 47% de los deportistas están ya clasificados, pero falta otro 53%, por lo que es imposible que tengan opciones si no hay competiciones. «Sin ser pesimistas, es probable que esto se alargue hasta más del 11 de abril, que sería el mejor de los casos. No hay tiempo para preparar competiciones para clasificarse. No tiene ni pies ni cabeza. Egoístamente, yo podría pensar que me viene bien participar en Tokio porque ya estoy clasificado y tengo rivales que todavía no lo han hecho y dudo que puedan quitarme la plaza, pero no sería justo», recalca sincero Álvaro. Argumenta, también, que están los deportes de equipo, paralizados y sin poder siquiera entrenar, o disciplinas donde es imposible prepararse en casa. Él compró una cinta de correr y puede eludir daños en su rutina de trabajo, pero, ¿qué hoja de ruta sigue un piragüista, o un nadador? «Además, la pandemia no afecta a todos los países al mismo tiempo. Igual cuando nosotros empecemos a salir ataca mucho en Sudamérica. Eso lo hace más difícil aún», continúa. El marchador de Llerena fue uno de los primeros en hacer público su descontento, pero muchos compañeros ya pensaban tiempo atrás que los Juegos no debían celebrarse aunque no se atrevieron a salir a escena y otros no lo hacían por respeto a quienes sí querían que se disputaran.

El extremeño viajó a casa horas después del anuncio del estado de alarma. Su hotel de Murcia donde estaba concentrado debe estar ya cerrado, como casi todo el país. Asegura que mentalmente está muy bien porque ya se ha hecho a la idea de que los Juegos de Tokio no se van a celebrar el 24 de julio, aunque reconoce que el coronavirus está golpeando en exceso a todos, sean deportistas o no. «Como seres humanos, somos seres sociales que necesitamos a los demás, incluso la persona que haga más vida en casa. Nos afecta mucho el no salir de casa o saber que puede haber un policía en la calle que te lo recuerda. El miedo al contagio, las noticias, etc. Yo lo llevo bien, puedo entrenar, y esa incertidumbre sobre los Juegos está superada, pero hay compañeros, clasificados o no, que han vivido días dramáticos porque no podían entrenar. Ahora estamos en la fase de aceptación de que no iremos a Tokio».

Javier Cienfuegos puede hacer pesas y mantener la forma en su improvisado gimnasio casero, pero, por el bien de sus vecinos, tiene complicado lanzar el martillo, así que es más que evidente que le afecta a su preparación. «Necesito mucho espacio solo para girar», describe. El montijano ve con buenos ojos que las altas esferas del movimiento olímpico vayan entrando en razón, pero clama por una decisión en breve a la que atenerse. «La incertidumbre es lo peor para un deportista. Lo mejor sería que los aplacen hasta el año que viene, porque sería temerario dar una fecha de este año, pero que lo digan. Es complicado y se dicen muchas cosas. Lo último que oigo es que los pisos de Japón –la Villa– están vendidos y deben entregarlos el 1 de enero. Hay muchos intereses».

Cienfuegos tiene la mínima asegurada, no así otros compañeros o de otros deportes que deben salir a la calle, que, como apunta, viven un auténtico drama. Anteayer tuvo una reunión con Raúl Chapado, presidente de la Federación Española de Atletismo, en la que les informó a los atletas que el calendario nacional está en el aire según el tiempo que la gente permanezca encerrada en sus domicilios. «No es lo mismo entrenar para unos Juegos que para otras competiciones, porque puedes dar un respiro al cuerpo». El campeón español de martillo asegura estar muy entretenido vigilando los primeros pasos de su hija. «Me cansa más esto, sin duda, a las 23.00 estoy dormido», concluye un Cienfuegos que la semana pasada perdió a su abuelo por causas naturales y solo pudieron ir diez personas a su entierro.

A la halterófila Loida Zabala la cuarentena no le impide entrenar con solvencia porque tiene material de competición en su casa. Sobre los Juegos, considera que sigan adelante «siempre y cuando no pongan en riesgo la salud de nadie. Apoyaría la idea de que se aplacen el tiempo necesario por deportistas como los de natación, ya que hay desigualdad entre los países que tuvieron cuarentena. Respetaré cualquier decisión, puesto que tengo plena confianza en que se llevará a cabo lo mejor para todos».

El palista Juan Bautista Pérez, afincado en Almendralejo, cree que se deben atrasar al momento en que se pueda garantizar que los deportistas «lleguen en perfecto estado de forma e igualdad de condiciones en su preparación, además de garantizar la salud pública». ¿Y cuándo será posible poner una fecha? Eso es más complicado por la falta de información, según comenta. «Están actuando con serenidad esperando a tener datos suficientes para decidir porque es un tema muy importante, pero yo tengo claro que si no se garantiza todo eso hay que aplazarlos».