Marco a. Rodríguez
Badajoz
Jueves, 16 de marzo 2023, 20:56
Por rocoso y fiero que sea su deporte, seguro que para Thierry Futeu el rugby es un juego de niños. La vida de este hispano camerunés de la selección española, el 'XV del León', es una eterna melé en la que no cesa de empujar ... en pos de un sueño que está edificando, el de ser profesional del rugby y traer de Camerún a su familia. Su historia es una historia de superación, de esas que dan valor al inmigrante que intenta cambiar su destino. Recorrió media África con 18 años para escapar de su tierra en busca de un futuro digno, pero fue engañado en Marruecos. Al cuarto intento logró saltar la valla de Melilla, de ahí a Málaga y luego a Madrid, donde se enroló en un equipo de rugby formado por policías cuando era un sin papeles. Peleó con honradez hasta que el horizonte fue mejorando. La llamada del Alcobendas le puso en bandeja su primera internacionalidad y ya son cuatro años con una selección que este domingo disputa en el Nuevo Vivero de Badajoz el Europe Rugby Championship, donde el combinado nacional se jugará el bronce ante Rumanía a las 17.15 horas.
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«Tenemos muchas ganas de jugar, sobre todo en casa. Nos hubiera gustado luchar por el oro, la idea era esa y estar en la final, pero se nos fue de las manos por nuestra culpa. Fueron fallos nuestros y se nos escapó ante Portugal, pero jugar por el bronce está bien», comenta a este periódico. A la espalda de esos 114 kilos de peso porta el dorsal 1, que suele reservarse al 'pilier' (pilar), posición básica en ataque y defensa para ganar espacios y permitir jugadas. De momento es un fijo para el seleccionador Santi Santos, pero, a sus 27 años, es consciente de que la juventud viene apretando. «La federación maneja un grupo de casi 50 jugadores y de ellos unos 30 son jóvenes de mucho talento, impresionante y pronto van a adquirir experiencia e ir volando en el campo. Por eso no hay que relajarse, el puesto no está asegurado y hay que seguir currando para que me sigan llamando porque yo a día de hoy cuando juego con la selección es como si jugara el último partido».
Thierry anima a los extremeños a acudir al coliseo pacense a un partido histórico. «Claro que sí, que vengan a animarnos. Me gusta mucho el plan de la federación de llevar estos partidos a todas las provincias para que la afición pueda disfrutar de la selección y engancharse al rugby. Será un gran partido. Rumanía es un gran equipo, un rival directo y podemos ganarles, sobre todo jugando en casa».
Thierry Futeu, conocido como 'Titi' (Duala, Camerún, 23 de junio de 1995), descubrió el rugby por accidente. Como la inmensa mayoría de niños de su país natal, aspiraba a triunfar como futbolista y así dar una vida mejor a su familia, como hizo su compatriota Samuel Eto'o, proveniente de una cuna muy pobre. Fue a probar con un equipo pensando que era el deporte rey pero resulta que era de rugby. «Yo vi que el balón ese no era normal y comencé a hacerme preguntas. Solo jugaba al fútbol y mi primera idea era que era fútbol americano, que sí lo conocía porque lo pasaban por televisión. Del rugby no sabía nada», recuerda en tono jocoso a la vez que aclara que el acceso al fútbol era muy difícil porque había que pagar en las escuelas. Así que me metí en el rugby».
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Del malentendido en Camerún al engaño en Marruecos, ya que otro amigo de su club le dijo que allí tendría oportunidades como jugador de rugby, porque en su país no había tradición. El plan no era ese sino entrar en Europa por las bravas, algo que ya abarca el terreno de lo trágico. Al cuarto intento, antes de ser interceptado en alguna ocasión sin siquiera alcanzar la valla de Melilla, fue capaz de saltarla. Era mayo de 2014. «Es muy peligroso. La policía de Marruecos nos pega mucho para que no pasemos». Tras unos días en el centro de internamiento, es enviado en barco a Málaga y de allí en autobús a Miraflores de la Sierra, en Madrid, donde es acogido por la ong 'Movimiento por la Paz', a quienes les está muy agradecido. «Su política es ayudar a los inmigrantes tres meses y luego dejan que se busquen la vida, pero yo estuve con ellos año y medio».
Allí buscó equipos y en el primero que encontró sufrió uno de los sustos de su vida, porque era un equipo de policías y pensaba que venían a por él para expulsarle del país al carecer de papeles. El Atlético Custodians Madrid se llamaba. «Llegué de los primeros al entreno y de repente veo a varios compañeros acercarse con el uniforme de policías. No sabía si salir corriendo o esconderme. Pensé, '¡dónde coño me he metido!' Al final me quedé allí y me trataron como si fuera de la familia. Seguimos en contacto y cuando regreso a España quedo con ellos para tomar una cerveza y recordar aquellos tiempos».
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Pasó por el Barbarians, CR Majadahonda y recaló en el Alcobendas, donde recibe la llamada de la Federación Española de Rugby y es convocado ante Alemania en 2019. Eso le abrió las puertas de varios clubes franceses, un país con más nivel. Empieza en el Stade de París y ahora pertenece al Chartres, mientras ya suma 17 internacionalidades con España.
Su batalla de los últimos años es lograr el pasaporte español para poder viajar sin problemas. La directiva saliente y la entrante de la FERUGBY intentan ayudarle con el embrollo burocrático pero no es un proceso sencillo, si bien lamenta que en otros casos, otras disciplinas, sí se soluciona rápido. «Primero me dijeron que no siendo olímpico es más complicado, pero eso no es cierto porque estando en la selección podría hacerlo como deportista de élite. Tampoco entiendo que en otros deportes como el fútbol o el baloncesto cuando quieren se hace todo rápido, pero nosotros somos menos mediáticos, tenemos menos dinero y es una federación pequeña. Yo tengo fe. El trámite está hecho y estamos esperando. Seguro que sale bien».
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Su sueño es llevar a Europa a su familia. Quiso intentarlo cuando España se clasificó para el Mundial de Francia 2023, pero fuimos descalificados por una alineación indebida y el plan se fue a pique. «Pasó lo que pasó. Hay que olvidarlo y seguir mirando hacia el futuro sin cometer los errores del pasado». Seguro que tiene más oportunidades.
Aunque sea por un solo fin de semana, el Nuevo Vivero se transformará de un campo de fútbol a uno de rugby para acoger el Europe Rugby Championship. Este jueves trabajaban los operarios para acondicionarlo. Un cita que será histórica pues nunca antes este escenario había celebrado un partido que no sea de fútbol. Los partidos serán el domingo, a las 17.15 el duelo por el bronce entre España y Rumanía y a las 20.00 la gran final entre Portugal y Georgia.
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