¿Qué ha pasado hoy, 14 de marzo, en Extremadura?
A la izquierda, Borja Martín Simo, ya excaddie de Jorge Campillo, golfista extremeño. :: ©Golffile

El último tango, en Dubai

Borja Martín Simo, caddie de Jorge Campillo, deja de ser su pareja de baile tras ocho años juntos

Viernes, 29 de noviembre 2019, 09:22

En el golf de élite, jugadores y caddies no suelen compartir habitación de hotel. Ya conviven demasiadas horas al día y necesitan oxigenarse el uno del otro. No es el caso de la pareja Jorge Campillo-Borja Martín Simo, una rara avis en el circuito internacional al tratarse de amigos íntimos, una relación que va más allá de lo profesional. Tanto que el segundo será testigo en la inminente boda del primero, antes de que acabe el año y aprovechando que ya han acabado la temporada. Es la pareja más exitosa del golf extremeño, entre las mejores del panorama nacional y con buenas perspectivas en un horizonte internacional en el que ya está instalada. Pero, al igual que la película de Bernardo Bertolucci, todo tiene un final. Borja se lanza desde enero a una nueva aventura empresarial de la mano de su padre, así que Dubai fue la despedida como su escudero. Un último tango más que brillante, porque Campillo finalizó en el top-20 de la clasificación del European Tour, lo que implica el pasaporte para el próximo Campeonato del Mundo de México, allá por febrero.

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El golfista cacereño hace un balance muy positivo de la temporada, con la espinita de haber coincidido sus dos 'Grandes' con una mala racha a mediados de curso donde no le salieron las cosas. «Firmaría todos los años uno como este, desde luego», valora. El segundo español del European Tour tras el vasco 'Rambo' y con su primera y ansiada victoria, en Marruecos. Pero ahora tiene que acudir al mercado para 'fichar' un sustituto de su amigo y será una ardua tarea encontrar alguien que le equipare en confianza. De hecho, el principal candidato lo ha propuesto el propio Borja.

Una nueva aventura profesional le aparta de su gran amigo, tanto que será testigo en su boda; y al que deja en el punto más alto de su carrera

Una relación que viene de muy lejos, cuando con 15 y 16 años -ahora tienen 32 y 33- ambos jugaban como aficionados en el Norba Club cacereño. Por entonces, Jorge ya mostraba serias aptitudes con los hierros y las maderas y su gran amigo comenzó a acompañarle, iniciando 2010 en Madeira, continuando con varios torneos del Challenge hasta que Jorge asciende al European Tour y le propone que sea su caddie oficial en 2011. Un año..., y así hasta hoy. Comparten afición, amigos e incluso van de caza juntos. En breve, también una boda. «Me dijo hace poco que sería testigo, y me hace ilusión», subraya Borja.

No es asunto baladí la elección. La gente piensa que el caddie se ciñe a portar los palos, pero la profesionalización de este deporte ha dimensionado su verdadera aportación. «Hacen más cosas de lo que se cree. Saben de golf, conocen los campos y te aconsejan sobre el tipo de golpe que hay que dar, el palo que usar cuando tienes dudas, las caídas del campo, etc. Son más funciones además de llevar la bolsa, aunque también te digo que esas funciones tienen un límite. Si tú no estás pegando bien, por mucho que te aconseje no vas a ningún lado. Pero sí son de gran ayuda, sobre todo en el aspecto anímico, para darte confianza y eso», comenta Campillo. «El caddie de alto nivel también es un buen psicólogo para las situaciones tensas y difíciles, para que el jugador mantenga la mente fría y no se desboque. Considero que una de mis grandes bazas es el aspecto mental, dentro pero también fuera de campo. En los malos momentos he intentado sacar el lado positivo, hemos hablado horas y horas, hacerle crecer su confianza. Jorge no es el tío más optimista del mundo y en esa parcela le he ayudado mucho. El que le pega a la bola es el que ejecuta y todo depende de él, pero tener un buen caddie te puede quitar un golpe o dos por torneo y eso te puede dar la victoria. Es el único que está ahí en la misma competición, porque el entrenador, preparador físico, psicólogo, etc., están fuera», añade Borja.

«Tienen más funciones que solo llevar la bolsa, sobre todo en el aspecto anímico, para darte confianza y eso»

Jorge Campillo | Golfista

«Me dará lástima no tenerle al lado, pero en la vida todo se acaba. Se lo ha puesto muy difícil al que venga»

Jorge Campillo | Golfista

El hecho de retirarse en un momento dulce le ha quitado dramatismo a la decisión pese a su dificultad. «Tengo otras inquitudes y una buena carrera -estudió Administración y Dirección de Empresas en el CUNEF-. Mi padre tiene una empresa -Simo, en Madrid, donde vive- y quería enseñarme y que trabaje con él. Mis hermanos trabajan en el mundo empresarial y financiero y tenía ganas de cambiar de vida. Con el golf se viaja mucho y estás poco tiempo con la familia, aunque es una gran experiencia. A Jorge le estaba yendo muy bien ahora y creo que podía irme con buen sabor de boca, así que la decisión era difícil pero me reconfortaba porque le dejo en lo más alto».

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Preguntado el golfista sobre qué cualidad destacada le gustaría que tuviera quien ocupe su lugar, contesta que, además de otras cuestiones más tácticas, la «fidelidad. Él siempre ha estado ahí». Son ya ocho años recorriendo el planeta, algo poco común en un mundillo caracterizado por las rotaciones y por la creencia de que las malas rachas deben tener como víctima irrefutable a los 'caddies'. «Somos como los entrenadores en el fútbol. Los más fáciles de echar», asume Martín Simo antes de reflexionar sobre algunas excepciones a esta norma como las protagonizadas por Phil Mickelson -unos 17 años con el mismo- o 'Tiger' Woods, más de trece. «En ocasiones, cuando al jugador le va mal, el caddie se busca otra bolsa. A mí no me llegó ninguna oferta porque todos sabían lo unidos que estábamos. Hace unos años, cuando él atravesaba seis o siete torneos sin pasar el corte, le dije que dimitía para así cambiar el rumbo, pero me dijo que yo le ayudaba mucho y el que estaba fallando era él, que me quedara. Y casi ganamos el siguiente».

«Tiene un enorme mérito, porque no debe haber más de 1.000 licencias en Extremadura y él está en lo más alto»

Borja Martín Simo | Su ya excaddie

«Recuerdo cuando 'Tiger' se puso al lado en el primer 'Grande'. Nos hicimos fotos con él. Hemos conocido a mitos»

Borja Martín Simo | Su ya excaddie

Lo habitual es que se lleven un porcentaje de los premios cosechados, así que el panorama ahora está más despejado que cuando dieron los primeros pasos. Borja bromea al espetar que debería «cobrarle derechos de formación al nuevo caddie, porque yo estuve en los años duros. Ahora es distinto porque él gana 1,5 millones y su caddie se puede llevar 150.000 euros. Yo le dejo hecho el trabajo más difícil. Nos ha costado mucho ganar eso, antes ganábamos muy poquito».

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Jóvenes ante los mitos

Cerca de una década confiere una multitud de experiencias y anécdotas a dos chavales que escalaron al el cielo desde Cáceres. Por eso Borja argumenta que Jorge tiene «un enorme mérito, porque no debe haber más de 1.000 licencias en Extremadura y él se ha situado en el nivel más alto». En los albores, eran dos jóvenes que disfrutaban de su gran pasión y que presenciaban atónitos el despertar de sus carreras. «Recuerdo el primer 'Major', en Carnoustie, -British Open-, el martes estábamos pasando bolas y de repente se nos coloca justo al lado Tiger Woods, el mejor de todos los tiempos. Fue alucinante y nosotros como dos chiquillos. Nos hicimos fotos con él. Hemos conocido a mitos de este deporte», celebra Borja, para quien su mejor recuerdo fue el triunfo en el Hassan II marroquí, el primero. «Parecía que nunca llegaría, pero yo sí sabía que lo lograría. Lo perseguimos con mucho ahínco, después de tantos segundos, terceros puestos o top-10, así que cuando lo logró nos fundimos en un abrazo. Tiene potencial y ganará más torneos», continúa.

Tras charlar con este periódico, ninguno es capaz de recordar alguna bronca o problema serio entre ellos durante estos años. Campillo asegura que alguna discusión entre jefe y empleado, por ejemplo, pero poco más, ya que su vínculo lo hace más llevadero. «Me dará lástima no tenerle al lado en momentos determinados, pero en la vida todo se acaba. Le estoy muy agradecido, me alegro por él y espero que le vaya muy bien en su nueva etapa. Se lo ha puesto difícil al que venga».

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