Su caso es de esos milagros en el desierto que a veces brotan de esta tierra tan necesitada de recursos económicos e inversiones en infraestructuras. Iván Bolaño se prepara para recibir al nuevo 2024 a todo gas y cargado de ilusiones. Un sueño que en ... apenas tres meses se hará realidad cuando en marzo el semáforo se ponga en verde en el circuito de Montmeló. Con solo 17 años va a dar el gran salto al Mundial de Superbikes y lo hace desde una pequeña entidad local menor como Gévora. Y es que Iván Bolaño es una especie de guerrero galo que desafía a las legiones de pilotos catalanes, valencianos, italianos, holandeses o franceses. Su poción mágica es una familia que tiene que hacer un esfuerzo enorme para apoyar su carrera y un talento que nace de cuna. Su padre, también piloto, le metió en vena las motos y este chaval de Gévora empezó a abrirse camino en este difícil mundo. «Con 8 años mi padre me compró una de 90, una pit y automática. Íbamos al canal todos los días. A mí no me gustaba la moto de pequeño, pero al final me terminó enganchando», cuenta. Su hermano pequeño Owen también apunta maneras, pero en motocross.
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Salvo el también singular ejemplo de Santi Barragán, Extremadura no tiene tradición motera en los circuitos de velocidad. Por eso, que de la nada surja un piloto que ha sido seleccionado por la Federación Internacional de Motociclismo entre cientos y sea uno de los seis españoles que estarán en la parrilla del Mundial de Superbikes tiene un mérito increíble. Sobre todo porque Iván Bolaño apenas cuenta con ayudas y casi todo se lo tienen que costear sus padres. Muchas veces su abuelo tiene que acompañarle de avanzadilla a las competiciones en mitad de la semana porque sus padres son su principal fuente de financiación y no se pueden permitir dejar de trabajar. Ya en las carreras se reúne toda la familia.
El motociclismo es un deporte caro que requiere de un gran respaldo económico detrás. Iván Bolaño está arropado por una estructura de equipo como es Deza Box 77 de Córdoba que le proporciona lo más básico y un pequeño picoteo de la Junta, Diputación o la Federación Extremeña, que resulta insuficiente, pero es bien recibido. «Hablamos que para hacer una temporada completa se necesita un presupuesto de unos 80.000 euros, aparte de los viajes, y se recibe muy poca ayuda de las administraciones, solo pequeñas aportaciones de empresas. Es muy importante el apoyo económico de Extremadura. Yo me siento orgulloso de representar a mi tierra, llevo siempre una bandera de Extremadura y en la joroba del mono también aparece. Mi familia me ayuda en todo lo que puede, pero se necesita del apoyo de las instituciones y de algún gran patrocinador principal. Por ejemplo, solo con lo que vale un juego de ruedas son 400 euros y en cada carrera se utilizan cuatro. Y nos tenemos que desplazar a circuitos grandes que están mínimo a 300 kilómetros».
Iván Bolaño
Piloto
Las instalaciones son otro de los molinos de viento contra los que se topa en su día a día porque Extremadura no dispone de circuitos de velocidad. Hasta el punto que sus padres cogieron la gestión del karting de Talavera la Real para que al menos pudiera hacerse a los movimientos de la moto en las curvas, ya que apenas hay rectas largas donde exprimir la punta de velocidad y tampoco puede probarse con su montura oficial de carrera y tiene que tirar de una de motocross. «Hace unos años teníamos el karting de Talavera y el de Olivenza. El de Talavera cerró y lo tuvieron que coger mis padres para que yo pudiera entrenar. Pero si quiero entrenar en circuitos grandes tengo que desplazarme a Alcalá del Río, Jerez… y es un gasto grande que tiene que asumir mi familia. Antes entrenaba los martes y los jueves en la escuela de Alcalá del Río después de salir del colegio y me volvía. Pero también es un hándicap entrenar solo porque no tienes referencias para medirte», explica el joven piloto de Gévora. En esos entrenamientos en solitario recibe la ayuda y consejos de Santi Barragán. «Todavía no hemos hablado de cara al Mundial. Quedamos en el karting para entrenar. Su padre ya me ha dicho que me tiene que empezar a dar caña».
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Iván Bolaño
Piloto
Iván Bolaño competirá en la categoría Supersport 300 con pruebas en República Checa, Francia, Italia, Holanda y Portugal, además de España. Una noticia que recibió por sorpresa, a pesar de haber completado una gran temporada con varios podios júnior y uno en la despedida del Campeonato de España. «Esperaba hacer algún 'wild car', pero no me esperaba hacer un Mundial completo. Correr en Superbikes son palabras mayores. Espero aprender mucho de los pilotos y hacerlo lo mejor posible». El joven piloto de Gévora alcanza el primer escalón de su sueño, pero tiene un gran futuro para seguir derribando muros. «MotoGP es mi sueño, mi ilusión, pero se necesita suerte y mucho dinero», asume. Una categoría donde le gustaría seguir los pasos de su gran ídolo. «Para mí es Márquez, le sigo desde pequeño y es un ejemplo. Todo lo que hace le intento copiar». Eso sí, precisa que su pilotaje es parecido al de Jorge Lorenzo. Iván Bolaño se pone como expectativas en su debut plantar batalla. «Aprender de la categoría, intentar hacer un 'top 10' y si puede caer un podio estaría superbien. Compito con muy buenos pilotos y de mucha experiencia con 23 años, algunos han sido campeones del mundo y de España y son ejemplos a seguir. Vamos a aprender mucho de la categoría e intentar estar arriba con ellos. Es un año de aprendizaje y para continuar el año que viene necesitaría un hada madrina», suspira. En ese punto de poder seguir cumpliendo sus sueños, la clave es encontrar un gran patrocinador que alivie la carga de sus padres, al límite ya de sus posibilidades económicas. Una opción que contempla un retorno publicitario en el posicionamiento de la marca por todo lo que rodea a un Mundial,que incluso será televisado por Dazn, además de las ventajas fiscales como patrocinio deportivo.
Entre sus mejores recuerdos se queda con la experiencia de la prueba transalpina y la última del circuito de Jerez donde se metió en la pomada entre los grandes pilotos del Mundial que acudieron como invitados. «En el campeonato italiano gané una carrera, la primera fuera de mi país. Y me quedo con muchas en España que hice podio como una de las últimas en Jerez en el Campeonato de España. Ahí iban pilotos del Mundial que ya habían acabado su campeonato para seguir entrenando. Estuve en la pelea y en la primera prueba hice podio».
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