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El tenis extremeño tiene a su futuro Nadal. Una valiosa joya por pulir y que podría alcanzar mayor proyección de contar con apoyos. Fernando Bulnes acaba de proclamarse campeón absoluto de Extremadura con solo 15 años y ya suena en los circuitos nacionales como un talento a seguir con especial atención. Desde julio ha levantado los títulos regionales cadetes, júnior y absoluto. A nivel nacional asiste a los torneos que le invitan –solo la inscripción porque desplazamiento y alojamiento se lo tienen que costear sus padres– y sale a victoria por participación. De ahí que a pesar de solo haber jugado en dos torneos lidera el Circuito Nacional Jóvenes Promesas de Marca y se ha situado en el puesto 12 del ránking español cadete. «El subidón que da es porque gana los torneos a los que va. Pero desde que jugó en Estepona ha habido cinco torneos más y no ha podido ir a ninguno. Todo es a base de nuestro bolsillo y tampoco me puedo pedir vacaciones todas las semanas», apunta su padre Fernando Bulnes. Este año también ha participado en el Open Mutua Madrileña de Murcia donde fue semifinalista. «No es el hecho de ganar, sino el plus que da competir con los mejores», precisa.
El chico de oro del tenis extremeño ha ganado en Marbella y Estepona, dos de las 16 pruebas que consta este circuito promesas. «Doce de los dieciséis torneos se celebran entre Alicante, Barcelona, Valencia y Murcia. Así, un chico que viva en Valencia puede jugar cada fin de semana con los mejores de España. Y Fernando, a pesar de estar en el extremo del mundo, está ahí codeándose entre los veinte mejores», expone. Una circunstancia que no extraña porque las academias referencia del tenis español están situadas en la zona del Mediterráneo (Nadal, Ferrero, Ferrer, Bruguera...). «Varias academias se han ofrecido para tener a Fernando, pero valen 3.000 euros al mes una academia de alto rendimiento, viajes aparte», comenta su padre. De hecho, el campeón precoz extremeño es la gran sensación allá donde va. «En la Academia de Ferrero le vieron jugar y les llamó la atención, decían que no le tenían controlado. Pero claro si no viajas quién se va a fijar en un chaval de Badajoz», expone Bulnes.
«El mundo del tenis es muy complicado. No es como el fútbol que si un niño es bueno se le abren todas las puertas. En el tenis no, ahí es todo a base de torneos. Se necesita viajar mucho y es a costa del esfuerzo de los padres», añade el progenitor. En ese sentido, lamenta que su hijo no pueda disfrutar de un programa para jóvenes talentos que le ayude a impulsar su carrera. «No recibe nada de ayudas. En los deportes minoritarios las ayudas van dirigidas a las federaciones», relata. En estas circunstancias, remarca que para poder mantenerse en el 'top' tiene que competir y solo tiene tres opciones. «La primera que vaya con el club. Si son cuatro o cinco niños entre los padres costean la manutención, alojamiento y al monitor y se vuelven todos juntos. La segunda es que le lleve la Federación, entonces serían uno o dos torneos al año previo pago de los padres de una cuantía. Y la tercera, es que le lleve yo y entre la inscripción y demás te gastas 800 ó 900 euros», detalla. También subraya el enorme sacrificio personal que exige mantenerse a esos niveles. «El esfuerzo que hace es increíble. El lunes empieza un torneo y no vuelve hasta el sábado por la tarde, así tiene que hacer los exámenes por fuera. El sábado por la tarde después del Campeonato de Extremadura llegó a casa y se puso a estudiar». Pero todo compensa por tener el deporte como referencia vital. «En el tenis cuesta todo dinero, pero merece la pena por la ilusión del crío y lógicamente te emocionas como padre. Mientras esté con el tenis no está en otra cosa», apunta.Bulnes, que entiende que como padre tiene que apoyar a su hijo a cumplir sus sueños.
Fernando Bulnes estudia primero de Bachillerato en el IES Zurbarán de Badajoz tras haber completado el ciclo de Primaria y Secundaria en los Maristas y sobre su cabeza ya ronda la idea de cuando llegue el momento de iniciar su etapa universitaria marcharse a Estados Unidos con alguna beca para deportistas. Aunque aún es pronto y todavía no lo tiene claro, sus preferencias serían Fisioterapia o Ciencias del Deporte.
El joven Fernando Bulnes tiene en el tenis su gran pasión. Pertenece al Club SportOcio de Badajoz y entrena 4 horas diarias a las órdenes de Carlos López y Pablo Somoano. «Su vida gira en torno al tenis. Juega desde los 5 años. Empezó en la Hípica y estos últimos tres años entrena en las instalaciones de la Compañía de María», indica su padre. Lleva siete años seguidos siendo campeón de Extremadura en sus respectivas categorías tocando hace unos días el techo regional con su primer título absoluto con solo 15 años y desde 2016 es fijo en los Campeonatos de España. «No le tiene miedo a nada. Entra en la pista y piensa que puede ganar a cualquiera. Eso le hace diferente en Extremadura. Ahora Fernando está ganando torneos nacionales y al final los niños se motivan y van tirando unos de otros».
Su estilo de juego se asemeja al de Nadal, incluso en su físico guarda cierto parecido. «Mentalmente es muy fuerte y nunca se da por vencido. Es muy físico. Ya puede ir 5-4 abajo en el último set que siempre piensa en ganar», cuenta su padre. Curiosamente y a pesar de que Rafa Nadal es el icono del deporte español por todo lo que representa y el ídolo de cualquiera, no es de los tenistas preferidos para Fernando Bulnes júnior. «Esa es una lucha que tenemos con él. Juega con el estilo de Nadal, de no dar una bola por perdida y pelea en la pista como él, pero no le gusta. A Fernando le gusta jugar y entrenar, pero no ver los partidos», explica.
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