Trump impondrá aranceles a todos los productos agrícolas a partir del 2 de abril

Apenas unas horas antes de la entrada en vigor de los aranceles a Cánada y México, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este lunes que prevé imponer tasas a todos los productos agrícolas que entran en Estados Unidos a partir del 2 de abril. De esta manera, pone el foco en una nueva categoría de bienes después de haber gravado el acero y el aluminio. Así lo anunció el presidente a través de su red social, Truth Social, en un mensaje a los agricultores del país: «Prepárense para empezar a producir una gran cantidad de productos agrícolas que se venderán dentro de Estados Unidos. Los aranceles se aplicarán a estos bienes externos el 2 de abril», escribía.

Trump anunció hace tres semanas que impondrá un arancel general del 25% sobre las importaciones de acero y aluminio a Estados Unidos. Además, afirmó que implementará aranceles recíprocos a todos los países que impongan impuestos a productos estadounidenses, con efecto casi inmediato.

España es uno de los países más afectados en Europa por estos aranceles al aluminio y el acero debido al peso del sector siderúrgico en su economía. Anteriormente, Joe Biden suspendió en 2022 estos impuestos a la Unión Europea, pero Trump, como en 2018, los ha restablecido.

Mientras, los consumidores estadounidenses se apresuraban a cerrar la compra de vehículos antes de que este martes entren en vigor los nuevos aranceles del 25% que Trump ha impuesto arbitrariamente a Canadá y México, mientras que los clientes pedían a los barcos mercantiles procedentes de China que desembarcaran sus pedidos, ante el 10% adicional que sufrirán todos los productos fabricados en ese país, si el presidente Donald Trump no cambia de opinión.

Su secretario de Comercio, Howard Lutnick, declaró el domingo que el mandatario todavía no había tomado una decisión, con lo que parecía disfrutar de la tensión comercial desencadenada al impulsar su agenda proteccionista a golpe de decreto. Trump ya pausó la entrada en vigor de los aranceles el 4 de febrero, cuando les dio un mes de plazo para negociar nuevas condiciones comerciales más ventajosas para EE UU que las que él mismo renegoció durante su primer mandato. Entonces cambió el Tratado de Libre Comercio de Norteamérica (Nafta, por sus siglas en inglés) por el que llamó simplemente Acuerdo entre EE UU-México-Canadá.

La moneda de cambio para esa prórroga fue el envío de tropas a la frontera y otras medidas por parte de México y Canadá para combatir el tráfico de fentanilo. La semana pasada sorprendió nuevamente a sus principales socios comerciales con nuevos aranceles, al decidir que «no están haciendo lo suficiente». Frente a la sumisión de los vecinos estadounidenses, China actúa con precaución hasta que entienda realmente qué es lo que hay en juego. Acostumbrado a negociar desde una posición de fuerza, Trump podría asestar al gigante asiático un golpe que cimente su imagen de duro negociador. «Negocié un trato muy bueno con China durante mi primer mandato. El problema es que Biden no le hizo cumplirlo», protestó Trump.

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