Una de las compañías que más destacan en las inversiones que se están llevando a cabo en Extremadura relacionadas con las energías verdes es Iberdrola. Su responsable en la región, David Martín Arevalillo, resalta el potencial extremeño dentro del sector y se pronuncia también sobre ... el cierre de la central nuclear de Almaraz, la polémica sobre los desembalses en la cuenca del Tajo y el anuncio de la gigafactoría de baterías para vehículos eléctricos en Navalmoral de la Mata.
—La apuesta de Extremadura por las energías renovables es clara. ¿Puede ser realmente un motor de desarrollo para la región? Siempre se dicen que generan mucho empleo durante la construcción pero después requieren muy poco personal para el funcionamiento.
—Sin duda, la apuesta de la comunidad autónoma por las energías renovables está siendo ya un motor económico y de desarrollo para la región. Las energías renovables se basan en la utilización de recursos autóctonos y, por tanto, generan riqueza y desarrollo a nivel local. A lo largo de todas las fases de construcción de un proyecto renovable la aportación a las economías locales es elevada. En las fases previas a la construcción son necesarios trabajos de ingeniería y medio ambiente que tienen un marcado carácter local y son un nicho de trabajo técnico muy especializado. Durante la construcción la mano de obra necesaria es muy elevada (por poner un ejemplo, en la planta de Francisco Pizarro, la que será la mayor de Europa cuando entre en funcionamiento, hubo cerca de 1.500 personas trabajando en puntas de trabajo). Hay que tener en cuenta que estos niveles de empleo asociados a la construcción se van a mantener durante varios años, acompañando a un despliegue ambicioso de inversiones que es necesario para el cumplimiento de los objetivos de descarbonización de la economía. Por último, durante la fase de funcionamiento el empleo generado, siendo evidentemente menor que en la fase de construcción, es también muy especializado y de carácter local.
—¿Qué importancia da una empresa como Iberdrola a las renovables en su planificación dentro de Extremadura?
—Hemos puesto a Extremadura en el centro de nuestra estrategia renovable, es donde estamos desarrollando nuestros proyectos más emblemáticos, un plan con inversiones superiores a 1.700 millones de euros y con un modelo que apuesta firmemente por las empresas locales y por el desarrollo de la economía extremeña. Estas inversiones revierten también de forma muy positiva en los territorios a través de los impuestos y tasas que se pagan a nivel local. En definitiva, las energías renovables se apoyan en los territorios, donde encuentran los recursos que necesitan para su desarrollo, y contribuyen a su vez, de manera notable, al propio desarrollo de los mismos.
EMPLEO
«El que está asociado a la construcción se va a mantener durante varios años»
GIGAFACTORÍA
«Es muy buena noticia ya que contribuirá al progreso y desarrollo de la región»
—¿Qué inversiones destacaría de esas que están en proyecto?
—Tenemos inversiones en todos los ámbitos, pero ahora mismo las más representativas son las plantas fotovoltaicas Francisco Pizarro, que estamos construyendo y será la más grande de Europa, y la que ahora mismo es la más grande de Europa, que es la Núñez de Balboa en Usagre y que ya pusimos en funcionamiento.
—Existe un interés fuerte de Iberdrola por el hidrógeno verde, con más de 60 proyectos en varios países. ¿Hay alguna previsión para Extremadura?
—Nosotros apostamos por la transición energética, Iberdrola es el principal actor e impulsor privado de la misma en España. La transición energética consiste en sustituir en nuestra economía las fuentes energéticas basadas en el carbono por energía eléctrica, producida con fuentes renovables autóctonas y competitivas. El hidrógeno verde, el producido con energías renovables, supone una excelente oportunidad en procesos donde existe una demanda de hidrógeno o una demanda energética que es complicado electrificar. Iberdrola lidera también la producción de hidrógeno verde en España con proyectos como el de Puertollano. Extremadura tiene un gran potencial renovable lo que le aporta una ventaja competitiva y estamos manteniendo contactos con empresas extremeñas para estudiar oportunidades de desarrollos en esta área.
—¿Se pueden permitir Extremadura y el propio sistema de red eléctrica prescindir de Almaraz? ¿Cuál es la posición de Iberdrola sobre una posible continuidad de la central más allá de los plazos marcados?
—La situación actual ha demostrado la importancia de la autosuficiencia energética para cualquier país. Ser autosuficientes para generar la energía que necesita un país es crucial. En España las fuentes que podemos considerar autóctonas son la de origen renovable y la nuclear. La planificación y desarrollo de la generación nuclear depende de la política energética del Gobierno que, en España, se ha plasmado en una apuesta por incrementar sustancialmente la generación renovable y por un cierre ordenado de las centrales nucleares. Las centrales nucleares de Iberdrola y, en particular Almaraz, están preparadas para funcionar por un período superior al contemplado en el PNIEC (Plan Nacional Integrado de Energía y Clima). En cualquier caso, el funcionamiento durante un potencial periodo adicional supondría incrementar las inversiones en las centrales y, por ende, unos costes que deben ser recuperados en condiciones similares al resto de inversiones en generación renovable. Si el Gobierno planteara en el futuro modificar el PNIEC para extender la operación de las centrales nucleares, Iberdrola lo estudiaría.
—¿Cómo valora en ese sentido el impacto que puede tener sobre toda esa zona la gigafactoría de baterías de Envision anunciada para Navalmoral de la Mata?
—Valoramos muy positivamente el anuncio de la implantación de la gigafactoría de baterías en Navalmoral de la Mata, que va a contribuir al progreso y desarrollo económico de la región. Es una buenísima noticia que se cree tejido industrial y puestos de trabajo en actividades de futuro. La transición energética es algo que ya está sucediendo. Tecnologías como el vehículo eléctrico, las baterías, la bomba de calor industrial y doméstica se van a imponer. Tenemos que hacer todo un esfuerzo por desarrollar aquí las cadenas de valor de esas actividades, en lugar de importarlas de otros países. En Extremadura tenemos la ventaja competitiva de disponer de recursos renovables y espacio en el que poder implantar proyectos industriales como éste. Como empresa comprometida con el territorio y con la descarbonización, no podemos más que alegrarnos y celebrar estas noticias.
—¿Qué significa exactamente «recuperar los costes en condiciones generales al resto de inversiones»?
—Lógicamente, que tiene que haber un marco económico que garantice el funcionamiento y la rentabilidad de las centrales nucleares.
—¿Por qué decidió Iberdrola desistir del proyecto eólico de Las Villuercas?
—Fundamentalmente por las medidas del recurso, del viento. Tras realizar la pertinente campaña de medidas de viento, se constató un bajo recurso eólico en este emplazamiento. Eso, unido a la complejidad de accesos y promoción, hizo a la compañía replantearse y finalmente tomar esta decisión sobre este proyecto.
CC GREEN
«Es un proyecto emblemático y con necesidades energéticas elevadas»
CRÍTICAS
«El estado del río Tajo en Monfragüe estuvo motivado por un 'bloom' de algas»
EMBALSE
«Se explotan en contacto con las autoridades competentes y cumpliendo la legislación»
—¿Qué importancia le concede a la implantación en Cáceres el futuro Centro Ibérico de Investigación y Almacenamiento Energético? ¿Participa Iberdrola de algún modo en ese proyecto?
—Las tecnologías de almacenamiento son muy necesarias en un sistema energético con alta penetración de renovables, donde muchas de ellas son intermitentes. En la actualidad disponemos de la tecnología del bombeo hidráulico que se ha demostrado eficaz para el sistema eléctrico español. Pero también es necesario desarrollar otras tecnologías que complementen al bombeo, entre ellas el almacenamiento en baterías que puede proporcionar cuatro horas adicionales de energía, por ejemplo, a las plantas fotovoltaicas. El reto es disminuir los costes a la vez que aumentar los ciclos de vida y asegurar la reciclabilidad de las baterías. También el almacenamiento térmico puede jugar un papel importante en la transición energética. La implantación en Cáceres de este Centro de Investigación y Almacenamiento es una gran noticia, y fundamental para completar toda la investigación que es necesaria en este campo. En Iberdrola ya hemos mantenido contactos con el centro y les hemos ofrecido nuestras capacidades tecnológicas e infraestructuras para que sirvan de apoyo a los estudios del centro. Además, incluso antes de la constitución del centro, hemos lanzado un proyecto de I+D de reciclaje de baterías con participación de alguno de los investigadores que pueden formar parte del centro a futuro.
—¿Y tiene previsto algún tipo de participación en el polígono ecoindustrial CC Green presentado recientemente?
—Creemos que CC Green es un proyecto emblemático y las necesidades energéticas asociadas al mismo son muy elevadas. Por nuestra parte, estamos en contacto continuo con el promotor del proyecto para definir la necesidad de potencia que va a demandar de la red eléctrica y estudiando las soluciones técnicas adecuadas para el suministro.
—También recientemente se ha puesto en marcha una comunidad solar en el colegio Giner de los Ríos de Cáceres y en otros lugares. ¿Por qué se están incentivando este tipo de iniciativas?
—El autoconsumo de origen renovable es al final una necesidad de nuestro país dentro de la transición energética porque reduce la dependencia energética, contribuye a la sostenibilidad del planeta y pone al consumidor en el centro de la transición energética. En España se puede potenciar mucho porque dos tercios de la población vive en altura y no tiene techo disponible propio donde instalar placas solares. Por eso Iberdrola apuesta por facilitar soluciones de autoconsumo a sus clientes a través de esta modalidad de comunidad solar, de forma que los clientes no tienen que preocuparse por organizarse ni invertir para poder acceder al autoconsumo renovable. La asociación a la comunidad solar instalada en su vecindario permite además a nuestros clientes reducir su factura de electricidad.
—¿Por qué le interesa a Iberdrola que, al fin y al cabo, tiene como negocio la producción y venta de electricidad, promover el autoconsumo?
—El autoconsumo supone muchas ventajas para los clientes finales. Desarrollar este tipo de iniciativas no es incompatible para nada con nuestro papel tradicional como empresa suministradora. En definitiva, se trata de suministrar energía, que es nuestro negocio. Podemos hacerlo desde una central ubicada a varios kilómetros de distancia o desde una central ubicada junto al consumidor.
—El verano pasado hubo muchas críticas por las imágenes del río Tajo en Monfragüe con poca agua y aspecto poco saludable, y este año ya han empezado de nuevo las críticas. Se dice que la causa es el desembalse masivo para la generación eléctrica en la cuenca del Tajo por parte de Iberdrola. ¿Puede volver a pasar algo similar este verano?
—El estado del río Tajo en Monfragüe durante el final del verano de 2021 estuvo motivado por un 'bloom' de algas consecuencia de la elevada concentración de materia orgánica que había en el río. Este hecho es totalmente ajeno a la explotación de las centrales hidroeléctricas. Es importante destacar que durante el año pasado las centrales hidráulicas se mantuvieron en todo momento dentro de los límites concesionales y en valores que estaban en este caso por encima del 43% de la capacidad del embalse. Por lo tanto no tiene nada que ver con eso, sino con la cantidad de materia orgánica. Una central hidráulica no vierte materia orgánica, lo único que hace es mover el agua de manera que no tenemos responsabilidad sobre la calidad del agua. Quiero destacar que la centrales hidráulicas tienen una función fundamental en el sistema eléctrico, al que aportan energía en los momentos en los que esta es más necesaria y tienen que estar siempre disponibles, tal y como sucedió en 2021. No podemos predecir la posible repetición de la aparición de un 'bloom' de algas como los sucedidos en años anteriores, ya que depende de parámetros cuyo control y seguimiento llevan las administraciones con competencias en el asunto.
—¿No se sobreexplotaron las centrales para poder vender la energía generada a precio de hidráúlica a precio de la producida por gas, la más cara, como han denunciado diversos colectivos y partidos políticos?
—No, para nada. Todos los embalses son importantes reservas de energía, que se encuentran a disposición del sistema eléctrico. A través del mercado, se utilizan cuando más aportan y más se necesitan, bien porque no hay disposición suficiente de otras fuentes de generación o porque sustituyen a otras más caras. Y siempre atendiendo a su carácter limitado. La explotación de los embalses, conforme a las necesidades del sistema, se realiza siempre en contacto y coordinación con las autoridades competentes y atendiendo a los requisitos concesionales. Lógicamente, Iberdrola cumple de manera escrupulosa toda la legislación.
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