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San Isidro Labrador, patrón de los escañosNo hay unanimidad en las fuentes. Unas le atribuyen 5 milagros, otras 438 milagros y las más devotas 483. Y eso que a San Isidro ... Labrador, jornalero que murió hace 851 años, aún no se le ha reconocido que pueda obrar el milagro de la multiplicación de los escaños, pero como si lo consiguiera. Eso explicaría la infinita devoción que le profesan quienes quieren mandar en la Asamblea y, desde ahí, en toda Extremadura.
Por la fecha en que se le recuerda, un 15 de mayo, no hay campaña electoral en que los candidatos no hagan aparición junto a su ermita en Villafranca de los Barros, que celebra una de las romerías más importantes de la región.
Lo de la ermita es un decir pues los políticos que este lunes hicieron escala en esta romería ni ven al santo si no se lo ponen delante por casualidad. Suelen quedarse en la zona de casetas. La del PSOE es el triple que la del PP y la de Ciudadanos es una carpita que desmontada cabe en un maletero. Unidas por Extremadura lo que se encontró fue una carroza decorada en morado que ni sabían a quién pertenecía. Lo que todos tienen en común, eso sí, es que a esta romería sus candidatos vinieron todos a hablar de campo, la especialidad del patrón.
Con un pañuelo naranja atado al cuello, a las once y media de la mañana llegó el aspirante a la Junta Fernando Baselga y se caló el sombrero de paja con el ribete de Ciudadanos. De ideario aconfesional, en media hora estaba dispuesto a tomarse la primera cerveza. Una hora más tarde llegó la candidata de Podemos, partido ateo de origen, aunque a Irene de Miguel, que encabeza la marca morada con Unidas por Extremadura, no le importaría rezar una oración, decía, si ello de veras trajera la lluvia a los ganaderos y agricultores. Mientras caballos, carretas y mujeres con pañoleta, traje de lunares y volantes levantaban polvo a su alrededor, De Miguel recordaba de San Isidro los fiestorros de la Escuela de Agrónomos en la Politécnica de Madrid cuando estudiaba la carrera, y también lo que significa el 15-M, que hace doce años la animó a entrar en política. A ella casi la obligaron a calarse el sombrero de paja para subrayar que era lunes de romería.
Este aspecto obliga a hablar de agricultura, ganadería y sus problemas. Baselga recordó que a Villafranca había que venir sí o sí, primero «porque aquí es donde está hoy la gente», y también porque es el principal ayuntamiento que gobiernan y su alcaldesa, Isabel García, es ahora candidata. Además, él ha estado muy vinculado a la organización Jóvenes Agricultores hasta que entró en política a finales de los noventa, por eso comentó que el sector agrario lo está pasando muy mal. Habló de un 30% menos de producción y de que los olivareros y viticultores de la zona están muy afectados y de que si no hay cosecha todo sube de precio. «La gente no se da cuenta de la importancia que tiene este sector, por eso pedimos medidas fiscales para paliar sus altos costes de producción, desde fitosanitarios a piensos o energía».
En su opinión, la falta de abastecimiento puede derivar en revueltas sociales, «por eso es importante que el campo tenga un trato de privilegio por parte de las administraciones». Si a lo anterior se le suma la sequía, ello explica que el sector esté a punto de la movilización ahora que llegan elecciones. Baselga no sabe si las protestas marcarán lo que queda de campaña, pero este lunes apuntaba que «son 12.000 agricultores, que no son muchos comparados con la población, pero aportan al PIB regional el 7,5%. Es un sector muy importante que además fija la población rural porque la gente joven no se incorpora al ver las penalidades que pasan sus padres».
Un rato después Irene de Miguel, de Unidas por Extremadura, hacía su análisis. Para ella, «Extremadura debe ser el campo de los agricultores y no de los fondos de inversión, por lo que planteamos una ley de agricultura y ganadería familiar para proteger este modelo productivo que mantiene vivos nuestros pueblos porque los fondos de inversión cada vez acaparan más tierra y agua, una agricultura especulativa que no genera valor en el territorio y no da alimentos de calidad».
Diego Barroso tiene 57 años, es de Villafranca, empezó con ocho años a venir a esta romería y este lunes veía desfilar a los políticos frente a su carroza mientras él sujetaba a Morena, una mula de 16 años menos castigadas que las de antes porque ahora existen los tractores. Él tiene viñas y olivos y lamentaba que la falta de lluvia le haya arruinado la temporada.
Preguntado sobre por qué a los políticos les da por venir a esta romería, decía que «creo que es uno de los últimos tiros que hay que hacer en campaña, aquí es donde está todo el pueblo concentrado, lo digo porque yo también estuve metido en política» (se ríe). Y es que Diego, hace ya doce años, fue concejal en Villafranca por el PP, pero ahora solo le preocupa que sus tierras produzcan. «El campo tiene tres problemas –resume– no hay relevo generacional, por las condiciones europeas no competimos en igualdad de condiciones con otros países y luego la sequía por el cambio climático. Todos prometen medidas, pero el primer fallo es que el ministro de Agricultura no es técnico agrícola».
¿Ha visto usted que se materialice alguna de las promesas a la gente del campo que se hacen por San Isidro? «Pero si es que ya no dependemos ni de la política regional ni siquiera de la nacional. Hay un mercado globalizado, estamos metidos en la comunidad europea y por eso hay poco margen», reconocía antes de enterrar sin saberlo todos los méritos acumulados durante siglos del santo patrón de los campos.
El candidato socialista hizo doblete y de la romería de Fuente de Cantos Fernández Vara se fue este lunes por sorpresa a la de Villafranca, donde la aspirante del PP, María Guardiola, estuvo dos días antes. En la agenda solo figuraba en este pueblo la presencia de Fernando Baselga, de Ciudadanos, e Irene de Miguel, de Unidas por Extremadura (Podemos, IU y Alianza Verde). Y a la una de la tarde se cruzaron. Ella lo llamó a él, se alegraron de verse, se saludaron cariñosamente y se despidieron diciendo él que «¡este miércoles no somos amigos!» en alusión al debate televisivo. Y es que Podemos y Cs son el agua y el aceite ahora mismo. Preguntado Baselga sobre a qué bloque –PP/Vox o PSOE/Podemos– daría su voto si de él dependiera la investidura, el de Ciudadanos fue claro. «Nunca voy a pactar un Gobierno con Podemos. Antes nos quedamos en la oposición».
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