Algunos son jóvenes, como la distinción más reciente de la Guía Repsol, los 'soletes', pero otros son veteranos negocios hosteleros de la región que llevan años conquistando paladares. Ocho establecimientos se suman al listado de sitios que destacan por sus singularidades, como las puestas de sol que ofrece la terraza Tierra y Agua de la playa de Peloche, cualidades especiales que valora el distintivo 'solete'. En total, la publicación ha dado a conocer 300 rincones en todo el país para disfrutar de las vacaciones. Ocho de ellos se encuentran en Extremadura, tres en la provincia de Badajoz y cinco en la de Cáceres.
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En Cabeza la Vaca, Casa Vicente sigue cosechando reconocimientos. Este pequeño gran restaurante de pueblo dirigido por Vicente Maya ofrece desde tradicionales platos de cuchara a suculentas paellas y arroces. Don Poleo, que ha probado su cocina, define a Vicente como un chef «campechano y auténtico» que prepara carnes ibéricas de primera y es un «artista» con las setas.
La Siberia extremeña está de moda y en la playa de Peloche, en Herrera del Duque, la relajante terraza de Tierra y Agua celebra este mes su primer aniversario. El típico y refrescante escarapuche es una de las especialidades del local, que ha puesto en marcha el modelo Isidro Bonilla.
El mesón Los Castúos, en la céntrica avenida Santa Marina, es todo un clásico en la capital pacense. Buenas tapas y contundentes raciones en un ambiente desenfadado para desayunar, comer o cenar.
La churrería Ronco Tovar en Casar de Cáceres es un sitio de peregrinación. Recomendada por el chef de Atrio, Toño Pérez, Ronco Tovar es un negocio familiar a punto de cumplir la treintena que ofrece hasta 17 tipos de tostadas.
En Jarandilla de la Vera, Los Confites es un sitio rural-chic, con granja ecológica, que aúna diseño, gastronomía, moda, y cultura en un paisaje único. Apuestan por el 'brunch' a base de los productos de su huerta.
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La cabra jurdana, en Ladrillar, es el lugar perfecto para probar lo auténtico de la comarca de Las Hurdes. Un bar de pueblo en un entorno natural incomparable en el que pedir desde buenos quesos de cabra a ibéricos de la tierra, sin olvidar la ensalada jurdana con bacalao, el plato de la zona.
Y en la capital cacereña, el restaurante Almagesto, en la plaza Mayor, y la terraza Alma del Sabor, en la parte antigua, se hacen con el distintivo de Repsol. El primero presenta un menú variado y actual en una situación privilegiada, y el segundo, es perfecto por su enclave en la plaza de las Veletas para compartir una mágica velada con el silencio de la Ciudad Monumental de fondo.
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