La Rebaná de Pan Frito, el salto sin red de Alba Sánchez

Alba Sánchez Vázquez es una joven dicharachera, con la que no es necesario pasar más de media hora para saber que tarde o temprano será una de las empresarias más conocidas de Badajoz. Y cuando esto ocurra, se lo habrá ganado a pulso, pues su modus operandi es trabajar, trabajar y trabajar.

Ahora, a sus 30 años, está a punto de embarcarse en un proyecto ambicioso que reactivará la actividad gastronómica de la plaza Santa María. Se trata de La Rebaná de Pan Frito, el nuevo miembro de la, hasta ahora, familia monomarental que formaba Pan Frito Restobar. Abrirá sus puertas el próximo miércoles, 16 de junio.

Con la pandemia, los establecimientos de restauración sin terraza se llevaron la peor parte. Es el caso de Pan Frito. Por eso, tras un par de cierres obligatorios y alguna que otra lágrima, Alba decidió darle una última oportunidad a su faceta de emprendedora y comenzó a buscar locales. Descubrió una antigua bodega que llevaba una década cerrada, justo al lado de la iglesia de Santa Catalina. Le entusiasmó tanto que despertó a su padre de la siesta, y en cuestión de 15 días se decidió. Es un establecimiento muy amplio –de unos 230 metros cuadrados– que tiene un parking al lado y la posibilidad, ahora sí, de poner una docena de veladores. Además, cuenta con dos estancias: el salón interior y una zona más chill-out.

En cuanto a la comida, será el mismo concepto que Pan Frito. Esto es, una carta no demasiado grande, con variaciones cada tres meses, y basada en un estilo dinámico de tapeo, para compartir, y donde predomina la fusión de sabores y las cocinas del mundo. De hecho, en su oferta se puede encontrar desde un poke hawaiano (fue de los primeros restaurantes pacenses que lo sirvió), hasta embutidos ibéricos, una de las novedades que trae consigo la Rebaná. Otra incorporación serán los desayunos y es que, Alba va a ampliar horario. En un principio, abrirá todos los días ininterrumpidamente, de 09.00 a 01.00 horas, con el objeto de ofrecer tostadas y meriendas.

El showcooking es la tendencia actual de cocinar delante de los huéspedes. Muchos chefs salen con sus elaboraciones a medio terminar y las finiquitan en la mesa del cliente. Sumándose a esta vertiente, Alba ha optado por no poner barreras entre los comensales y ella, así que desde el comedor se ve la cocina. Ofrece, de esta forma, transparencia, seguridad y algo de espectáculo también. Ahora los pacenses podrán ver cómo se divierte entre los fogones, y es que le encanta el ritmo frenético de una cocina; ritmo que adquirió, entre otros lugares, en el restaurante de Arzak en Londres, que cuenta con una estrella Michelin.

Por ahora, esta joven chef cuyas principales aficiones son cocinar y comer, no descarta volver a abrir Pan Frito si la situación sanitaria mejora. Mientras tanto, podemos encontrarla en la calle Montesinos, número 34, dentro de la cocina, o como ella dice: «inmersa en su laboratorio».