El 7 de Sillerías, la agradable sensación de haber comido bien

¿Está bueno el bacalao?, pregunta el camarero. «Sí, está buenísimo», responde la clienta. Restaurante El 7 de Sillerías, un viernes de septiembre. Lleno en el comedor. Clientela de turistas: se nota en que en casi todas las mesas hay una bandeja de embutidos. El servicio, dos caballeros de mediana edad, visten pantalón negro y polo negro con ribete de color. Atienden con profesionalidad, de esos camareros que retiran vajilla y cubiertos entre plato y plato y te recomiendan que tomes media ración.

El 7 de Sillerías

Comida

3/5

Atención

3/5

Ambiente

4/5

Nuestra valoración:

Precio:

€€€€

El 7 de Sillerías está en el número siete de la calle Sillerías de Trujillo, ¿dónde iba a estar si no? Es esa calle que desemboca en la Plaza Mayor bajo un arco. El restaurante tiene tres ambientes: bar de tapas con mesas informales; comedor en patio interior y comedor principal con mesas elegantes vestidas con servilletas y manteles blancos de algodón fino y detalles de alto nivel: cristalería con una copa adecuada para cada vino o bebida, vajilla inglesa de color blanco, cubertería clásica, lámparas preciosas, fotos y cuadros bien escogidos y todo ello envuelto por la antigüedad de muros, arcos y dinteles de piedra y la modernidad de paredes pintadas de blanco y verde cedro.

Tras lo sublime, lo vulgar: el bollito de pan sin gracia y unas socorridas aceitunas de cortesía. Y vuelta a la calidad: la carta de vinos. Encontramos 77 referencias. Son vinos de alta gama, no se van de precio, pero no hay vinos mediocres. Por ejemplo, en tintos extremeños, de Caraval, Palacio Quemado y Viña Puebla Selección hacia arriba. Buena oferta de blancos (O Luar do Sil godello, Mar de Frades albariño, Marqués de Riscal sauvignon y verdejo, todos los Habla blancos) y hasta se puede escoger entre varios rosados, que suelen tener poca presencia en los restaurantes extremeños.

En la carta, florilegio de embutidos, quesos de la tierra y jamón, todo ello muy solicitado por la abundante clientela foránea. En este punto, un aviso: El 7 de Sillerías no es un típico establecimiento para turistas, sino un buen restaurante y, hagamos spoiler, tiene una cocina, un ambiente y una atención de notable alto que inmediatamente seleccionamos para los Recomendados de En Salsa.

Tienta la carta en el apartado de entrantes con unos delicados boletus con foie y huevo y con unas delicias de alcachofas sobre arroz cremoso que merecen una parada para ensalzarlas. Se trata de unas tiernísimas alcachofas pequeñas sobre un lecho de jamón y arroz con toque agridulce. Todo ello se deshace en el paladar y es un compendio de los valores de este restaurante trujillano, que convence con un surtido muy extremeño de croquetas de jamón, morcilla de Guadalupe y patatera con miel y sorprende con su milhojas de tomate con perdiz.

Ampliar

Correcta sin más la ensalada de la casa, templada y equilibrada, pero sin emocionar en su mezcla de salmón, nueces, tomates cherry, rulo de cabra… Magníficas carnes de retinto (en Trujillo está la empresa que distribuye el auténtico retinto extremeño) con entrecot, solomillo y carrilleras al Pedro Ximénez. No faltan el solomillo ni la pluma de cerdo ibérico y en los postres, optamos por una tarta de queso horneada y deliciosa que seleccionamos para la antología En Salsa de las mejores de la región. Las raciones, en fin, son abundantes y uno se va de este 7 de Sillerías con la satisfactoria sensación de haber comido bien.

Ampliar