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Bacalao con purés. M. E.
Ammaia: «Un portugués con buen solomillo y triste bacalao»

Ammaia: «Un portugués con buen solomillo y triste bacalao»

LA CRÍTICA ·

Situado junto a las ruinas de Ammaia y al lado del río Sever, es un restaurante agradable con altibajos

don poleo

Viernes, 21 de mayo 2021, 18:54

A un paso de las ruinas romanas de Ammaia, en la parroquia de São Salvador de Aramenha (Marvão), abre este restaurante situado entre la carretera y el río Sever, que aquí es un riachuelo con gracia y recodos de égloga pastoril. El restaurante se llama como la antigua ciudad romana, Ammaia, y está apartado del mundanal ruido gastronómico de Portagem, pero no tiene pérdida: hay que seguir recto por la carretera que viene de Valencia de Alcántara, pasar Portagem, dejar atrás, a la derecha, el cruce a Castelo de Vide, y un par de kilómetros más adelante girar a la izquierda siguiendo la indicación: Ammaia. Tras pasar los restos romanos, a la izquierda aparece el restaurante, que tiene aparcamiento junto a la carretera y en la parte trasera, junto al río.

Detalles del restaurante. M. E.
Imagen principal - Detalles del restaurante.
Imagen secundaria 1 - Detalles del restaurante.
Imagen secundaria 2 - Detalles del restaurante.

A la entrada, una pizarra con la carta, muy corta: atún, lulas (en este caso son chipirones), bacalao, medalhões de lombinho (solomillo de cerdo), lacão (pierna de cerdo o lacón), chuletas de cordero, filete especial, migas con carne de cerdo y ensopado de borrego (una especie de caldereta).

Ammaia

Comida

2/5

Atención

2/5

Ambiente

3/5

Nuestra valoración:

Precio:

€€€€

Carta. M. E.

Hay dos comedores interiores: sencillos, pero con gracia: mesas y sillas de madera de colores, cuadros conceptuales, suelo de baldosa de barro, cerámica popular de São Pedro de Corval y enchinada de Nisa. Pero lo mejor es el comedor exterior: un gran porche con barandilla de madera, el río Sever a un lado y, al otro, la cocina a la vista tras una cristalera. Solo hay seis mesas y conviene reservar si se quiere comer en la terraza.

Algunas pinceladas del exterior, interior y terraza. M. E.
Imagen principal - Algunas pinceladas del exterior, interior y terraza.
Imagen secundaria 1 - Algunas pinceladas del exterior, interior y terraza.
Imagen secundaria 2 - Algunas pinceladas del exterior, interior y terraza.

Nos sentamos en mesa amplia y al instante llega la única camarera, que hace de maître y de todo. Es agradable y se multiplica para atender y servir, pero es imposible estar a los detalles y se olvida de ofrecer los típicos entrantes portugueses, a saber: presunto (jamón), paio (embutido hecho con lomo de cerdo), queso de oveja o gambas.

Trae la señora un cesto con muy buen pan y una pizarra negra, que sustituye a la carta virtual. La vajilla es portuguesa, la cubertería no es de alta calidad y los manteles son individuales. Los baños están cuidados y modernamente decorados con azulejos de colores vivos.

Bacalao. M. E.

Las raciones son generosas sin pasarse y las guarniciones son diferentes: no acompañan los platos con alubias, arroz, ensalada y patatas como en otros sitios. Pedimos lulas, lombinhos y bacalao. Todos los platos venían con unas crujientes patatas chips caseras y el bacalao traía, además, en dos cuencos pequeños, espinacas gratinadas y puré de patatas y castañas. Llegaron desde la cocina, crepitando en sartenes recién sacadas del fuego, el bacalao y el solomillo, o en bol de barro, los chipirones. Los sirvieron de manera heterodoxa: primero la carne, después el bacalao y cerramos con las lulas. Pero vamos por partes…

Chipirones. M. E.

Los medalhões de lombinho con pimentão da horta fueron lo mejor de la comida: en su punto de sabor, con el pimentón en su justa medida, tiernos… Muy ricos. El bacalao alourado em azeite tiene una espectacular presencia, pero decepciona: insípido y algo seco. Las lulas fritas á algarvia no ofrecen matices. En Portugal no suelen limpiar los chipirones y esta costumbre impide disfrutar del producto. Tomamos un pudim alentejano que sí mereció la pena y un correcto café. Resumiendo Ammaia: bonito entorno, agradable ambiente, atención con buena voluntad y comida desigual.

Lombinhos de cerdo. M. E.

Ammaia

  • Dirección Estrada da Calcadinha, 7330-339

  • Localidad São Salvador de Aramenha (Marvão)

  • Horario Cierra miércoles. Jueves a martes: 12.00-15.30 y 18.30 -22.00 hora portuguesa

  • Teléfono 351931983802

  • Terraza

  • ¿Tiene Cruzcampo? No

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