Así hemos narrado la manita del Barça al Valencia
Couscous de la tapería Fez. ESPERANZA RUBIO

En Salsa | La crítica

Fez: Un couscous y un tajín en Cáceres

Tras un comienzo inquietante y dubitativo, la comida va subiendo de calidad hasta llegar a un nivel de notable

DON POLEO

Jueves, 8 de febrero 2024, 20:16

Si le gusta la comida marroquí y está usted en Extremadura, su sitio es Fez, en Cáceres. No se trata de un restaurante de las mil y una noches, ni tan siquiera se parece a los numerosos restaurantes de lujo algo impostado de algunas ciudades de Al-Andalus, pero su cocina es casera, es auténtica y es marroquí de verdad. Así que hoy entramos en un antiguo bar cacereño, que antes se llamaba Mesón del Jamón y ahora ha cambiado el pernil curado de cerdo por la ternera y el pollo, por el coucous y el tajín. El restaurante se llama Fez, escrito con caligrafía árabe, y tiene terraza, planta baja dedicada a bar y salón comedor en el primer piso. Como se encuentra en una zona de hoteles y funcionarios, está especializado en desayunos, algunos de ellos también típicamente marroquíes.

Publicidad

  

Nos suben al comedor y entramos en un ambiente más o menos oriental con lámparas y apliques de filigrana dorada, ollas de cerámica (tajines) decorando la pared y un papel pintado azul con motivos arábigos. Manteles con decoración brillante de flores y la cerámica, aunque made in Brasil, tiene un toque norteafricano en el dibujo. Las servilletas son de papel, la cubertería es de batalla y las mesas son amplias con sillas de plástico duro bastante cómodas. Resumiendo: no es el comedor más elegante de Cáceres, incluso parece algo desangelado, pero se aplaude el esfuerzo por situarnos en un ambiente marroquí y, desde luego, será la comida lo que nos convencerá, o no, de la calidad de esta extensión de Fez en Cáceres.

Algunos detalles del restaurante. ESPERANZA RUBIO

La carta de vinos debe de ser la más corta que hemos visto y analizado en los últimos años: un Ribera del Duero 'Celeste', un Ribera del Guadiana sin especificar y un semidulce Eva. En cervezas están algo mejor surtidos. El pan, recién horneado, tipo mollete de Antequera, es corriente. El servicio, amable, de negro y práctico, sin más.

Pan. ESPERANZA RUBIO

La carta es corta y básica, pero ofrece lo que esperas de un restaurante marroquí: couscous con vegetales, con pollo o con ternera; tajín de ternera, de pollo o de albóndigas, unas sardinas rebozadas con especias, unas croquetas de patatas con queso y knant (masa filo rellena de ternera, pollo o verduras). En los postres, tartas previsibles (chocolate, queso, selva negra) y dulces árabes.

Aperitivo. ESPERANZA RUBIO

Nos sirven una tapa abundante de arroz de ternera como aperitivo de cortesía. Bienvenido sea, está tan sabroso y especiado como frío. Una pena. En fin, llevamos aquí cinco minutos y tenemos el ceño fruncido, sin convencimiento y con poca esperanza. Pero espantemos los apriorismos y probemos de todo: las sardinas, los tres knant, el couscous marroquí vegetal, el tajín de ternera y un té marroquí con dulces árabes. A ver qué pasa.

Publicidad

Knant. ESPERANZA RUBIO

Van llegando los platos a la mesa y nuestra cara va cambiando. Empezamos con los knant: pasta filo finísima y muy rica, sabor que embauca, el de ternera se acompaña de pimientos y especias y de una salsa intensa: correcto. El de verduras lleva repollo, zanahoria, patatas y pimientos: bueno. El de pollo sorprende por el contraste con el azúcar glas, la canela y la miel: muy bueno.

Sardinas. ESPERANZA RUBIO

Las sardinas: rebozadas, fritas, desespinadas, con especias. Bueno, unas sardinas. Sin más. Vamos a lo fundamental: el couscous marroquí de vegetales, que consiste en una base de couscous sobre la que se disponen tiras de calabacín y zanahoria, patatas, algunos garbanzos, pasas y rábanos, que no rabanitos. Bien, por fin se puede comer un couscous clásico en Extremadura, marroquí de toda la vida, en su punto y bien presentado. El ceño se ha relajado, aparece la sonrisa del comensal satisfecho y llega a la mesa la bonita olla de cerámica o tajín.

Publicidad

Tajín de ternera. ESPERANZA RUBIO

Hemos optado por el que parecía más exótico, más contradictorio para un paladar occidental: el tajín de ternera. La carne es de aguja, viene troceada y es agridulce. La acompañan ciruelas y orejones, piña, almendras y sésamo. Un plato delicioso y muy oriental. Esto sí evoca las mil y una noches y convence. Para acabar, un té moruno en tetera plateada y vaso adecuado. Rico, caliente y muy dulzón. Los pastelitos árabes (anacardo, chocolate, pistacho) tienen el azúcar precisa y se disfrutan con gusto. Final feliz en Fez.

Tapería Fez

  • Dirección Avda. Virgen de Guadalupe, 5

  • Localidad Cáceres

  • Teléfono 927 09 87 48

  • Horario Lun-mar: desayuno. Sab: comida, cena. Dom: comida. Mie-Vie: todo.

  • Terraza

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Escoge el plan de suscripción que mejor se adapte a tí.

Publicidad