LA OTRA CRÍTICA

Delicias de patatera en La Matilda

En La Matilda el encanto reside en su terraza, en las traseras de la iglesia de Santiago, una castiza plazoleta que ahora el Ayuntamiento de Cáceres quiere remozar y en unas piruletas de patatera que han encantado a Frida Carrot

frida carrot

Jueves, 21 de julio 2022

La Matilda, una taberna por descubrir en Santiago. Así pensaba titular inicialmente esta crítica, pero después de probar su 'patatera Orly' o a la gabardina, pensé que sería más correcto: delicias de patatera en La Matilda. En carta rezan como piruletas de patatera. Sirven seis unidades (9 euros), con una guarnición de lechuga y un toque de miel que en Cáceres se estila mucho en este embutido. En sabor, muy buenas y suaves, nada pesadas, y el rebozado, ligero. Les doy un diez. Un buen aperitivo si solo quieres hacer una parada para tomar algo bien acompañado.

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En La Matilda el encanto reside en su terraza, en las traseras de la iglesia de Santiago, una castiza plazoleta que ahora el Ayuntamiento quiere remozar y en la que esta tapería se ha hecho ya un sólido hueco. El local es el típico bar en casa antigua que da a dos calles, con algunos recovecos más acogedores para invierno. Entras por la plazuela y puedes salir en otra planta más baja por la calle Villalobos.

ARMANDO MÉNDEZ

Probamos además sus croquetas. Las tienen de espinacas y queso de cabra, y de jamón y boletus, pero no se puede combinar la ración, así que optamos por las primeras. De tamaño XL, la bechamel está poco conseguida, es más un tipo de masa o pasta a la que yo no llamaría croqueta. No me resultaron especialmente sabrosas pero ni mucho menos arruinaron la cena.

Croquetas. f. c.

Aquí también hemos probado un bacalao a la dorada hecho al estilo tradicional con el que quedas satisfecho. Entre otras especialidades, en su carta hay: carrilleras; pluma ibérica con chutney de mango y arroz; milhojas de queso de cabra, foie y manzana; setas rebozadas con ali oli; falafel; y pulpo a la plancha con cremoso de patata al pimentón. Suelen ofrecer algunas elaboraciones fuera de carta y tienen los precios bastante ajustados.

Los postres son caseros, nos gusta mucho el brownie de chocolate con helado de vanilla, aunque la última vez elegimos tarta de queso. Le faltaba cremosidad, quizás por exceso de queso o porque estaba demasiado cuajada y fría, pero no se deshacía en la boca, que es lo que esperas de esta tarta al estilo de la famosa de La Viña de San Sebastián.

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Tarta de queso. F. C.

Tienen una carta de bebidas justa, con un par de marcas de cerveza, varios vinos extremeños, un Ribera del Duero, un Rioja y un verdejo de Rueda. Disfrutamos de un Ponciano, un tinto de la zona de Matanegra elaborado con cabernet sauvignon y syrah, afrutado y carnoso, que se sale de la línea más clásica del Guadiana.

F. C.

El personal de La Matilda da un servicio notable y recibe una clientela muy heterogénea. Son cuidadosos en los detalles y sirven en una alegre vajilla azul turquesa sobre manteles individuales de un solo uso. Merece la pena pasar un rato agradable en este mágico rincón del casco antiguo donde te ofrecen buen vino y generosas raciones a un precio más que equilibrado en los tiempos que corren.

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La Matilda

  • Dirección Plaza de Santiago, 9

  • Localidad Cáceres

  • Horario Domingo y lunes cerrado. Resto de días: de 20.00 a 01.00 horas

  • Teléfono 647251563

  • Terraza

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