M. E.
LA CRÍTICA

Las Corchuelas, un buen restaurante de hotel

Visitamos uno de los restaurantes más acogedores de la región y disfrutamos de una buena comida con final infeliz

DON POLEO

Jueves, 21 de julio 2022

Qué mal sienta estar comiendo en un restaurante en el que nada desentona y que, en el último minuto, se estropee todo porque el postre es vulgar y descuidado. ¿No está claro que una novela, una película o una comida, si fallan en el final, dejan un sabor de boca insípido? Esto nos sucedió en Las Corchuelas, restaurante de Los Arenales, un hotel de cinco estrellas situado en la carretera de Cáceres a Malpartida, muy popular por sus nidos de cigüeña sobre palos.

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El lugar es magnífico: buen aparcamiento, estupendas instalaciones y un salón comedor de concepción impecable: decoración de paredes blancas, murales de cigüeñas, suelo de granito, mantelería suave de tela blanca, cristalería y cubertería de primera categoría, tenue música con toques de blues y funkie, flores frescas y una iluminación perfecta de luz natural abundante y lámparas de rejería complementando.

Uno de los comedores. M. E.

El aire acondicionado no molesta, el confort es absoluto y el servicio, uniformado con elegancia, es tan canónico como amable y eficaz: el tono justo de familiaridad y discreción. La carta es bonita y, ¡menos mal!, tangible, sin códigos ni mandangas que ya cansan. El pan es un bollito clásico sin alardes, el emplatado es de nivel y la carta de vinos tiene dignidad: 58 referencias, 18 extremeñas y una oferta por copas suficiente (11 posibilidades).

Vamos a detenernos en la carta de vinos, porque la están renovando y la que viene incluye algunos tan interesantes como Viña Puebla Barrica, Solo Payva, Pago Los Balancines Garnacha o los Habla 28, 26 y 24, difíciles de conseguir, además de vinos de Cádiz, Valencia o Rioja que van a sorprender. Ofertarán 24 vinos por copa que, esperemos, sirvan de acicate a esos restaurantes que tanto escatiman a la hora de abrir botellas. Disfrutamos de un blanco extremeño de nueva hornada: Encina Blanca de Alburquerque, coupage de 12 uvas ecológico de 2021, bien conservado y en su punto con toques cítricos, florales y afrutados.

Coupage de 12 uvas ecológico. M. E.

Entretienen la espera con un cuenco de buen aceite Pago Baldíos San Carlos. Aunque la verdad es que no hay que esperar, sino que el ritmo del servicio es el justo y preciso tanto por los tres camareros como por el sumiller. La clientela, abundante y con mayoría de viajeros alojados en el hotel, agradece el buen jamón ibérico y la torta del Casar. Además, en los entrantes, tentadoras mollejas de cordero, arroz de morcilla patatera (muy solicitado por los turistas) o buen carpacho de añojo de ternera. Tomamos un salmón marinado con brotes tiernos y crema de rulo de cabra refrescante, con buen producto y bien concebido y ligado.

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Salmón. M. E.

Los platos principales se dividen en sección pescados (merluza, rodaballo y salmón) y carnes (solomillo de ternera y cerdo, pierna o chuletillas de cordero, lomo de ternera de Extremadura a la plancha) con ricas y variadas guarniciones: trufa, patatas, foie, mermeladas.

Escogimos unos buñuelos de bacalao salvaje con alioli de trufas y verduras a la romana. Buen nivel los buñuelos, en su punto de fritura, suave rebozado y magnífico producto. Un poco insulsa la guarnición, pero sabroso el toque de la salsa, que aromatiza sin anular la delicadeza del pescado.

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Buñuelos de bacalao. M. E.

Seguimos con un cochinillo deshuesado y confitado con papas y mermelada de higos pasos. Una elaboración en la que brilla Jorge Galán, el chef. El cochinillo deshuesado forma un bloque con la superficie crujiente sobre una especie de puré con tropezones de patatas revolconas suavísimo. El preparado de higos pasos contribuye a realzar el sabor y la categoría del plato.

Cochinillo. M. E.

Entenderán que, después de alcanzar un nivel tan destacado, descorazone la llegada de un postre tan prometedor como decepcionante (capuccino de yogurt griego con frutos silvestres), que parece industrial, aunque no lo es, pero sí está preparado de antemano, no es ese postre que elabora al instante un cocinero repostero. ¡Qué calvario el de los postres en algunos restaurantes extremeños! Les confieso que me da miedo pedirlos porque temo fastidiar una óptima experiencia con un final decepcionante. Menos mal que la esmerada oferta de té y un café muy bueno reconfortan y reparan.

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Postre. M. E.

Las Corchuelas

  • Dirección Hotel Hospes Los Arenales, carretera N-521 Km 52. 100

  • Localidad Cáceres

  • Teléfono 927 62 04 90

  • Horario 13.00-16.00 y 19.30-23.00

  • Terraza

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