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TURÓFILO
Jueves, 14 de julio 2022
Hace un par de meses hablábamos del complejo binomio entre moda y gastronomía de Carnívora y, pasado un tiempo prudencial desde su apertura, no podíamos dejar de visitar el local más de moda de la capital pacense: Moma Experience.
En su interior, no ha cambiado la distribución de tan imponente local: restaurante al fondo, zona de barra y tapas, estupendo reservado para eventos, lobby-bar y terraza, pero un importantísimo trabajo de diseño e interiorismo lo ha transformado por completo.
Aquí manda el efectismo desde que te sientas en la mesa y abres la carta «Cuando el arte se transforma en gastronomía y los sentimientos en una sinfonía de placeres, busquemos la experiencia como forma de vida. Esto es MOMA». Solo es el principio, todos los platos se presentan con su alegoría correspondiente y debajo, de manera secundaria, su composición. A unas verdinas con almejas se le llama «Playa pedregosa y sus almejas palpitando» o en la carta de barra, «Sus finas nalgas rozando la enagua» a un solomillo de cerdo. Ojiplático.
Pasado el shock, no es fácil centrarse con tan ecléctica carta; entrantes, ensaladas, variados sushis, carnes, pescados, un par de guisos tradicionales, wok, arroces y postres.
Vistos los riesgos, comenzamos con una apuesta segura, un plato de jamón de Maldonado impecablemente cortado a la vista. Ricas las croquetas de sepia, con un corte de esta en lo alto y rematado en mesa con una ascua de carbón. El arroz seco de conejo y setas con alioli de romero, no resultó seco precisamente, y a los cortes de conejo precocinados, tampoco le habría venido mal algo más de horneado para, por lo menos, integrarse aunque sea visualmente con el arroz. Buen lomo bajo de ternera de vaca madurada (lo que viene siendo un entrecot), que hubiera mejorado con mayor potencia de brasa. Correcta tarta de cerveza negra y «un mar de cremosos».
En la carta de barra, son bien los tacos de costilla, las croquetas de jamón y la ensaladilla ahumada con verduras escabechadas.
La carta de vinos es abundante, bien seleccionada, con algunas referencias internacionales y, a Dios gracias, presentada sin pompa. La de cócteles no se libra… «Nosotros hacemos obras maestras traducidas en cocina líquida, esto es Moma Lobby-Bar». Ciertamente agotadora la jactancia, sobre todo cuando preparar un negroni sin Campari, debería ser un delito castigado con pena de cárcel. Pese a todo, por su oferta (también de destilados), su espacio interior y exterior, y un competente barman, me parece la zona más interesante de este Moma.
Al numeroso servicio, con amable relaciones públicas incluida, se le agradece su actitud y disposición, pero son muy mejorables los ritmos, coordinación y orden en la sala.
El apartado gastronómico no me parece que sea el mayor atractivo de este Moma, pero en los tiempos que corren estas fórmulas teatrales de restauración tienen su público. Yo me quedaré en su estupendo lobby-bar, disfrutando de esos preciosos atardeceres y charlando con el barman mientras me prepara un negroni. Con Campari por favor.
Dirección Paseo Fluvial. Edificio Siglo XXI.
Localidad Badajoz
Horario Todos los días de 08.00 a 01.30 horas. Excepto fines de semana, que no abre para desayunos.
Teléfono 924 23 63 40
Terraza Sí
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Cristina Cándido y Álex Sánchez
Lucía Palacios | Madrid
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