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Pan Frito: Cocina fusión en el centro de BadajozEscarapuche
Jueves, 4 de abril 2024, 18:30
El pan frito me evoca a tiempos ya pasados. Recuerdo que, siendo niño, era una tradición en la casa de mi abuela disfrutarlo en el desayuno, recién hecho y espolvoreado con azúcar. En el recetario tradicional se usaba para dar sabor y espesar muchos platos. Podríamos llegar a pensar, por tanto, que un restaurante con este nombre será de cocina tradicional. Nada más alejado de la realidad, ya que su oferta es de cocina de fusión. Siempre ha habido mezcla de culturas en el recetario occidental.
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Al fin y al cabo, la tortilla de patatas y el gazpacho no existirían sin la patata y el tomate, ingredientes traídos desde América del sur; y las especias orientales eran ingredientes fundamentales desde antes del imperio romano. Sin embargo, hoy en día hay un par de diferencias con respecto a estas antiguas influencias gastronómicas, que es el enorme número de países de los que las recibimos y la gran velocidad a las que se imponen.
En el caso de Pan Frito, la carta presenta muchas, quizás excesivas, referencias externas: orientales –japonesa, coreana…—, oriente próximo, magrebí, mexicana o norteamericana. Menús como estos, además de arriesgados, necesitan ser bien explicados por los camareros, cuestión que hacen, ya que, al fin y al cabo, muchos platos no son reconocidos por mucha gente. Con respecto a la carta de vinos, pocas opciones y sin mucho interés. Sería interesante que hubiese algún espumoso o algún vino generoso, que suelen armonizar bien con estas comidas.
Tras esta ecléctica oferta se encuentra, sin embargo, una comida bien ejecutada y presentada. Aunque ofrecen un menú degustación, nosotros pedimos de la carta. Como entrantes comimos takoyakis, que es una elaboración de cocina callejera japonesa similar a un buñuelo que está relleno, entre otras cosas, de pulpo y jengibre encurtido. La masa estaba bien elaborada y condimentada, pero al pulpo le faltaba algo de cocción.
De los baos que tienen en la carta, pedimos el de puntillitas, mayonesa de wasabi y alga wakame. Rica combinación en un bao sabroso, al que le iría bien que la masa orly de la puntillita fuese más aireada. Probamos también el de falafel, pico de gallo y salsa de yogurt. La mezcla funciona bien, ya que la salsa de yogur y el pico de gallo le aportaba frescor y jugosidad al falafel. Aunque prefiero el tradicional pan de pita con el que se elabora.
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De platos principales comimos un saam de costillas glaseadas con salsa barbacoa, creme fresh y manzana. Golosa y disfrutona mezcla con algo de exceso de salsas. Bien cocinada la costilla, aunque teniendo en cuenta que el saam es una elaboración para comer con las manos, sería mejor servirla sin hueso.
Por último, pedimos una carrillera en oporto, pak choi, puré de calabaza y chips de boniato. El plato con menos influencias externas, excepto por el uso del pak choi, que no es más que una col y que, por tanto, tiene un sabor muy reconocible, donde la carrillera estaba acompañada por una sustanciosa y espesa salsa que ligaba todo el conjunto.
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En el apartado de los postres, rico el brownie de chocolate con espuma de palomitas caramelizadas y helado de vainilla. Muy disfrutable un original y cremoso cheesecake de arroz con leche.
El local, en pleno centro de Badajoz, dispone de una buena barra, y de un pequeño comedor al fondo. Desgraciadamente, cuando está lleno, este último se convierte en una caja de reverberación en la que es casi imposible mantener una conversación. Lo más importante de un restaurante es su cocina, pero no solo es eso, y este aspecto está poco cuidado en muchos de los locales que estoy visitando en Badajoz. Arreglarlo supone una inversión, pero creo que es tan importante como disponer de sillas y mesas cómodas.
En resumen, en Pan Frito tienen buena mano en cocina y lo que ponen en el plato se come con gusto, aunque presentan una propuesta de cocina de fusión que tiene demasiadas influencias y que, por ello, carece de cierta cohesión. Creo que, si se mejoran algunas cuestiones, como la antedicha digresión en su carta, la oferta de vinos y la acústica de su comedor, será un restaurante en el que podremos disfrutar mucho más de lo que hoy ya se hace.
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Dirección Calle Martín Cansado, 6
Localidad Badajoz
Horario De miércoles a sábado: de 12.30 a 16.30 y de 20.00 a 00.00 h. Domigos y lunes cerrado.
Teléfono 924 43 38 45
Terraza No
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