Boada

Boada tiene un salón muy bien puesto, con todas las comodidades y detalles de las buenas ceremonias gastronómicas, complementando este cuidado en la decoración y el ambiente con un servicio profesional y didáctico y una carta en la que arriesga con productos como el tofu o la quinoa, apuesta por las mejores carnes ibéricas y de ternera preparadas de manera tan solvente como original y se esmera en platos como el ceviche, el pan bao y las gyozas, sin descuidar la seguridad de un buen solomillo, un pulpo ahumado, una pluma o un secreto. Puedes leer aquí la crítica completa de Don Poleo.

En Boada, la carta de vinos, aunque algo corta (38 referencias) tiene el encanto de una buena selección de vinos portugueses. En los postres, artesanía en los helados y otras delicias (milhojas, cacao peruano). Buena selección de cervezas y oferta variada de panes de masa madre de sésamo o de anís convierten Boada en un restaurante a seguir que da calidad y promete excelencia.

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