Borona Bistró

El restaurante Borona Bistró se ha traladado del ensanche cacereño a la calle General Ezponda, antigua calle de los vinos, junto a la plaza Mayor, donde cuentan con un un comedor amplio de paredes de color rosa y cristaleras diáfanas. Mesas amplias. Sillas de la marca Sklum que enamoran. Vajilla de cerámica informal y cristalería Riedel.

Borona Bistró ofrece tres menús de 49, 69 o 79 euros más maridaje que cambian con las estaciones. En los entrantes, destaca su espectacular aire de remolacha y helado de hierbabuena de sabores inesperados, mezclando dulce y acidulado. En los entrantes, nos fijamos en un consomé de puchero de alto nivel con repápalos soberbios de hierbabuena y bacalao: tradición extremeña rayana en lo sublime. El solomillo ibérico en escabeche ligero dobla la apuesta del chef Víctor Corchado por la cocina extremeña: escabeche tradicional y carne con un punto medio crudo que realza matices.

En el nuevo Borona Bistró, Rocío Rey, maître y sumiller, ha mejorado sustancialmente la carta de vinos pasando de 37 referencias y 16 DO a 113 referencias y 46 orígenes. 18 referencias son extremeñas. A lo largo del menú con maridaje, se prueban vinos de la región poco conocidos que te dejan atónito. Se apuesta por el pan de calidad de masa madre de Pan Habla y en los postres, un sorbete de higo chumbo, crema de vinagre de fino y frambuesas, tan liviano como cítrico, que limpia con frescura las papilas gustativas, o el éxtasis de un flan como debe ser, tradicional, clásico, suave, rico…