Dos Puñados

El restaurante Dos Puñados está en la coqueta y acogedora plaza del Museo de Don Benito. Cuenta con un un gran comedor alargado decorado de manera moderna y agradable en tonos azules; mesas amplias y cómodas y sillas de variado estilo; mucha luz natural, que entra a raudales a través de unos ventanales formidables. Puedes leer aquí la crítica de Don Poleo.

Dos Puñados ofrece una carta dividida en cuatro secciones. La de picoteo es extensa, atrayente y capaz de seducir a esa clientela que busca platos de moda: carpaccio de venado, canelón de secreto ibérico, tartar de atún, pan bao relleno de cochinita pibil, gyozas de pollo y verduras, gofre de pollo tandoori, brioche de calamar…. En pescados, bacalao y pulpo elaborados con mucha originalidad, una búsqueda de la diferencia que se extiende a la carne: tiradito de abanico, tartar de picaña, milhojas de presa… La carta de arroces es el punto fuerte de Dos Puñados con 13 variantes.

En Dos Puñados, tienen dos posibilidades de vino blanco por copas: o semidulce o verdejo. La oferta por copas de tintos es más variada que la de blancos: seis posibilidades de Extremadura, Rioja o Ribera del Duero. En la carta general de vinos, 19 referencias, cinco de ellas extremeñas. El aperitivo de cortesía son unas aceitunas sabrosas y el pan, bollos recién horneados, es correcto. El servicio es joven, eficaz y uniformado informalmente.