Palacio Carvajal Girón

El restaurante Palacio Carvajal Girón forma parte del hotel de cuatro estrellas del mismo nombre situado en la parte monumental de Plasencia, entre la plaza Mayor y la catedral. Es un palacio del siglo XVI y su solemne comedor de piedra, artesonado de madera y arco abovedado de ladrillo es un acogedor ejemplo de buen gusto. Puedes leer aquí la crítica de Don Poleo.

Carvajal Girón rompe con el tópico de la falta de atractivo de la cocina de hotel. La carta está orientada a una clientela que busca un toque de aventura con raíz extremeña. Ofrece «producto» con estilo: lagarto Ibérico con vino de pitarra y foie, entomatá de rabo de cerdo ibérico y huevo a baja temperatura, lomo de bacalao al modo monacal, canelón de perdiz al modo de Alcántara… Su chef, Carlos González «Charli», que fue el primer cocinero del hotel, regresa a los orígenes y alcanza la madurez y el equilibrio con una propuesta gastronómica muy extremeña, pero siempre con toques diferenciales y originales.

En Carvajal Girón, la carta de vinos es francamente interesante. Alessandra, la sumiller, gusta de ofrecer una amplia selección de vinos por copas. Así, tenemos la posibilidad de probar un Sauternes francés, un Oremus Tokaji húngaro, un Livio Felluga italiano, extremeños como un conseguido Buche Chardonnay, etcétera. En total, son 67 referencias de 16 DO. Se nota el esfuerzo por ofertar variedades de pan: de tres trigos, centeno o clásico. El agua es filtrada de kilómetro cero y el aperitivo de cortesía, tres aceites formidables de Extremadura: Marqués de Valdueza (arbequina), Cigüeña Negra (manzanilla cacereña) y Clemen (morisca y carrasqueña).