Tápara

Tápara se encuentra en el Residencial R-66, uno de los nuevos barrios de Cáceres. Es un local con aire de tapería, aunque se trata de un restaurante en toda regla, eso sí, con la sala abierta a la barra. La filosofía de Tápara es ofrecer buen producto con toques de vanguardia partiendo de la cocina clásica y detalles sofisticados como un emplatado de museo. Y lo consiguen. Lee aquí la crítica de Don Poleo.

Tápara ofrece comida a la carta, menú ejecutivo de lunes a jueves, brunch con reserva, menú degustación y carta de platos para llevar a casa. Su oferta rompe moldes desde una oferta clásica como el foie, pero con tierra de pistachos y y coulis casero de frambuesa. No faltan las ensaladas, desde luego, pero con mango, langostinos y kikos con vinagreta de chutney de mango y frutos secos. Y hay arroces, pero con toques tentadores: de verduras, de marisco, de gambones y presa, ibérico, de rabo de toro, de carrilleras…

En Tápara, la carta de vinos tiene 50 referencias y 14 orígenes, cinco tintos , tres blancos y dos dulces por copa. Pocas sorpresas: buena selección de tintos extremeños, los que todo el mundo conoce de Ribera del Duero, alguna curiosidad en Rioja (Biga, El Pacto) y más atrevimiento en Bierzo, Toro y Jumilla. En la carta, ensaladilla de alta escuela, lasaña premiada, tacos de bacalao deliciosos, presa ibérica con guarnición que realza y postres dulces y vistosos sin empalagar.