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En las recetas con varios siglos de historia que se conservan en el Monasterio de Guadalupe ya existen referencias a la morcilla que se elaboraba en esta localidad.
Un producto que, a día de hoy, se sigue haciendo de manera tradicional y ocupa un lugar destacado en las cartas de los establecimientos de hostelería de Guadalupe. «Es quizá el producto gastronómico más reconocido de nuestra zona», señala Felipe Sánchez, alcalde del municipio.
Por todo ello quienes las producen quieren que la morcilla sea reconocida, aunque de momento no tienen clara la figura legal que se puede ajustar mejor a este alimento. «Hemos descartado la Denominación de Origen Protegida (DOP) porque el número de productores es muy reducido», explica Javier López Caballero, gerente Aprodervi, el grupo de acción local de la comarca de las Villuercas, que es la entidad que se está encargando de preparar la documentación para la solicitud.
Manuel Montero y Marcelino Plaza, que tienen sendas carnicerías en Guadalupe, continúan elaborando morcillas de manera tradicional y son los dos productores más implicados en el proyecto. La intención que tienen es proteger el nombre del producto. «Se venden morcillas con el nombre de morcillas de Guadalupe que no se elaboran en esta localidad», expone López, para justificar el deseo de protección de un embutido con mucha historia a sus espaldas.
Los ingredientes principales de la morcilla de Guadalupe son la sangre y la grasa de cerdo y la calabaza. El resto son especias. «La receta exacta solo la conocen los productores», bromea el gerente de Aprodervi. Sea cual sea la proporción de los ingredientes, este embutido gusta y es uno de los más vendidos en los comercios de la comarca más enfocados al turismo.
Esta semana, productores y Aprodervi mantuvieron su primera reunión para perfilar una solicitud que da sus primeros pasos.
Mucho más avanzada lleva Aprodervi la documentación para la DOP Aceite Villuercas-Ibores-Jara. «La semana que viene se dará el visto bueno a los estatutos y al reglamento del Consejo Regulador y queremos presentar todo en la primera semana de abril», afirma López.
Por el momento, este sello de calidad ya cuenta con el apoyo de cuatro almazaras y tres cooperativas de la comarca.
Entre los requisitos que ya se han ido fijando está el ámbito geográfico en el que debe realizarse el proceso de elaboración para que el producto pueda ser certificado con la nueva DOP. Este ocupa todo el geoparque Villuercas-Ibores-Jara. «Los olivos deben estar dentro de los 2.500 kilómetros cuadrados que ocupan sus 19 términos municipales», detalla el gerente de Aprodervi.
En cuanto a la variedad de aceituna, han querido ajustarse a las que se encuentran en las explotaciones de la comarca. Manzanilla cacereña, cornicabra y picual estarán dentro de la certificación.
A pesar de que el proyecto para poder operar con las DOP Aceite Villuercas-Ibores-Jara comenzó hace un año, desde Aprodervi son conscientes de que les quedan, por lo menos, otros doce meses para ver aprobado su sello.
No es la única zona productora de aceite que quiere contar con una indicación geográfica protegida. La Consejería de Agricultura avanza que «en una fase más inicial de estudio y también con promotores interesados» está Aceites de la Campiña Sur.
En una situación similar citan a los garbanzos que se cultivan en Valencia del Ventoso. «No se ha empezado la tramitación», reconoce María Concepción López, alcaldesa de esta localidad. Por el momento, se está buscando un acuerdo entre los agricultores para dar forma a la IGP Garbanzos de Valencia del Ventoso, por lo que no hay un plazo en el que pueda ser una realidad.
La zona de producción no se circunscribirá solo a este término municipal. «Se quiere abrir a otras localidades cercanas, porque uno de los motivos de la calidad de nuestros garbanzos es la tierra en la que se cultivan», indica López, que considera que sería muy positivo darle un sello de calidad certificada a un producto.
Más allá de estos cuatro alimentos, desde Agricultura se anima a los productores de aceitunas manzanilla cacereña y de morcilla patatera a «dar pasos para constituir también unas figuras de calidad para esos productos tan exquisitos e importantes desde el punto de vista gastronómico, económico, social y de tradición en esta comunidad».
El nuevo sello que está más cerca operar es el que agrupará a la Indicación Geográfica Protegida (IGP) Ternera de Extremadura y a la de reciente creación Vaca de Extremadura. La idea es que ambos estén bajo el paraguas de un consejo regulador común con la denominación Carne de Vacuno de Extremadura. Su reglamento ya se ha publicado en el Portal de Transparencia de la Junta de Extremadura, por lo que se espera que se apruebe sin contratiempos. «Entendemos que será oficial antes de que finalice el mes de marzo», según Miguel Morillo-Velarde, director técnico de la IGP Ternera de Extremadura.
Eso supondrá que a lo largo del mes de abril el consejo podrá comenzar a certificar productos de manera provisional, únicamente a la espera de que la Unión Europea apruebe la IGP Vaca de Extremadura de manera definitiva.
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