El mundo del sake

Hasta hace poco tiempo los sakes que llegaban a España eran de muy baja calidad y se tomaban como un chupito al que el restaurante invitaba al final de la comida. Para más inri, servido caliente. Esa imagen negativa aún persiste y cuesta explicar que un sake de calidad resulta delicado y elegante, con sutiles aromas y sabores. Y mucho menos alcohólico de lo que se cree. Su graduación está entre 14 y 16 grados, prácticamente la misma que la de un vino. Y como ocurre con el vino, los hay muy diferentes: dulces o secos, más o menos ligeros, afrutados, sedosos... incluso espumosos. En Madrid existe un sake bar, Shuwa Shuwa, al estilo de otros que funcionan desde hace años en grandes ciudades del mundo. Y en Barcelona no hay que perderse el del Dos Palillos de Albert Raurich, con una gran especialista, Tamae Imachi, al frente.

Intentando paliar ese desconocimiento, otra especialista, la sumiller japonesa Mayuko Sasayama, acaba de publicar un libro, 'El mundo del sake' (Planeta Gastro), perfecto para quienes quieran introducirse en esa bebida milenaria. Desde su proceso de elaboración y sus distintos tipos hasta la forma de catarlo, sus inmensas posibilidades gastronómicas, o cómo leer sus complejas etiquetas. Está claro que un sake de calidad no es barato. En la tienda digital de Salvioni Alomar, el mayor importador de esta bebida en España, hay varios que superan los cien euros, entre ellos el más conocido entre nosotros Dassai 23, y alguno, como el ultra premium Dassai Beyond, está por encima de los quinientos. Pero hay otros más asequibles, perfectos para iniciarse en un apasionante mundo.