Café con gatos, la moda japonesa que aterriza en Extremadura

En la calle Sagasta de Mérida hay un café-bar donde Yeti, Tuca, Suki o Preta le atenderán con la máxima educación y seriedad posible, pero también puede que le muestren las uñas si no se comporta correctamente. No se alarme, no estamos hablando de personas. Yeti, Tuca, Suki y Preta son gatos. Y es que En Salsa ha visitado el primer café con gatos de Extremadura.

Casa Tierra es un pequeño oasis en el que confluyen la sostenibilidad, la moda responsable, el amor por los animales y la comida vegetariana. Aquí se puede degustar desde una lasaña de verduras, hasta un poke hawaiano, pasando por multitud de sándwiches y alguna que otra hamburguesa. Pero sin duda, una de las tapas más aclamadas es el 'pao de queijo' (pan de queso). Alessandra Lopes Ricetti, su propietaria, es brasileña, así que es fácil encontrar influencias del país de la samba en algunos platos. Además, hay muchos zumos y batidos de frutas naturales.

Pero, además de las elaboraciones saludables y vegetarianas, la particularidad de este sitio es que tiene felinos rescatados en un espacio aparte, en el que cumpliendo ciertas normas, pueden entrar los clientes (hay que entregar una aportación mínima de un euro para su mantenimiento). De esta forma, en Casa Tierra es posible tomar un smoothie natural rodeado de mininos que ronronean  a cada sorbito y que aportan paz y tranquilidad, según aseguran algunos estudios.

El objetivo de este establecimiento es concienciar sobre la realidad de estos animales y buscarles adoptantes. Ya se han adoptado en torno a 30 gatos desde que abrió este café-bar, en junio de 2020. Para conocerlos de primera mano y poder entrar en la 'pecera' en la que ellos habitan, hay que cumplir ciertas normas; como no darles comida, no molestarlos mientras duermen, o no tocarlos a la fuerza. Este concepto de café con gatos nació en 2004 en Japón y poco a poco se va extendiendo por Europa. A día de hoy, hay muy pocas ciudades españolas con estos espacios gatunos. En Extremadura es el único.

«Compra menos, elige mejor, haz que dure». Es el eslogan de esta cafetería en la que también es posible encontrar ropa vintage y productos de limpieza a granel. Alessandra y su hija, con la que comparte la gerencia, están muy comprometidas con el medio ambiente y no utilizan -por poner solo un ejemplo de sostenibilidad- ningún producto de plástico o de un solo uso (siempre que sea posible, ya que la normativa a veces es estricta en ciertos aspectos en pro de la higiene).

En este negocio ético y con conciencia los perros son bien recibidos (excepto en el espacio felino), y es que Alessandra también está vinculada a la protectora Salvemos Animales Mérida. Ella lo tiene claro, más que vender, quiere concienciar a la gente. Por eso, tras trece años en España, aunó sus ganas de emprender y su activismo, y el resultado fue Casa Tierra, una cafetería alternativa, y a la vez, perfecta para quienes quieren tener un gato pero dudan. Aquí pueden conocerlos, jugar con ellos, mirarlos, admirarlos y si surge la complicidad, adoptarlos y llenar su vida de pelitos y de infinito amor gatuno.