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Dónde comprar los mejores roscones artesanos de Extremadura

Mientras los Reyes Magos se afanan en conseguir los últimos regalos, los pasteleros y pasteleras de la región trabajan sin descanso para producir estos esponjosos dulces con sabor a mantequilla y agua de azahar

Jueves, 4 de enero 2024, 13:22

Es el rey más dulce de esta primera semana del año. Efectivamente, hablamos del roscón de Reyes. Con su corona y fruta escarchada (según cuenta la leyenda, emula a los diamantes que llevan los Reyes Magos en las capas), esta torta gusta por igual a pequeños y mayores. Además, por muy generosos que hayan sido Melchor, Gaspar y Baltasar, siempre causa tremenda ilusión descubrir en nuestra porción esa figurita de porcelana que nos hará sentir, por unos segundos, la persona más afortunada de la mesa. Y pobre del que reciba el haba pues, según dicta la tradición, tendrá que comprar el roscón del próximo año.

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Pero eso no siempre fue así. En las Saturnales, las festividades romanas que daban la bienvenida al invierno y que son consideradas las antecesoras de la Navidad, los romanos elaboraban unas tortas redondas, con dátiles, higos y miel. En el siglo III ya consta que introdujeron en ellas un haba seca. El que la encontraba era nombrado 'rey del banquete' por un tiempo.

Aunque el azar no nos dote con el regalo ni con el haba, la satisfacción será casi igual si, al menos, paladeamos un buen roscón de Reyes. Para no fallar en esto solo hay que confiar en los que saben, aquellos expertos y expertas de las masas que, uno a uno y a mano, están elaborando estos días los roscones que nos comeremos el día más mágico del año.

Y todos coinciden en lo mismo. «Lo que diferencia un roscón artesano de uno industrial es la materia prima utilizada y el tiempo de reposo». Es una frase de Diego Bautista, del horno la Tradición (Cáceres), pero también de Antonio Sánchez, de la panadería Sánchez Mendoza (Valdivia) y de Javier Quintana, del Obrador Artesano Quintana (Villanueva de la Serena). Son algunos de los mejores maestros panaderos de la región y hablan con conocimiento de causa sobre fermentación, panes, harinas, roscones...

Javier Quintana hace especial hincapié en la materia prima, desde una harina de fuerza con buena proteína para que soporte bien la grasa y el azúcar, hasta huevos camperos, pasando por mantequilla pura. «No tiene nada que ver un roscón a base de aceites vegetales o de margarina a los que se hacen con mantequilla, ni en el sabor ni en la conservación», apunta. Además, el reposo en bloque le aporta al roscón un miga esponjosa, textura y un buen sabor. «Una persona detecta si es artesanal nada más metérselo en la boca», apuesta.

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En este obrador artesanal villanovense los elaboran con masa madre propia y los rellenan de nata pura, crema o chocolate, aunque cuentan con uno diferente y especial, que lleva yema tostada sobre la parte inferior, nata y, cerrándolo, la parte superior. «Tiene más trabajo, pero está gustando mucho porque la yema contrasta muy bien con la nata», cuenta Javier, quien no saldrá del local desde este jueves 4 de enero por la mañana hasta el 5 por la noche. «Es agotador porque somos un obrador pequeño, pero cuando veo la cola de gente o el interés por adquirir un buen roscón, me da mucha satisfacción». Son alrededor de 600 roscones (de medio kilo, de un kilo y sin lactosa) los que prevé hacer en apenas un par de días. Todos ellos manipulados por personas, no por una máquina o una línea de producción, así que a Javier le emociona personalmente el comprobar que el esfuerzo se ve recompensado por una gran demanda.

Javier Quintana con sus roscones recién horneados.

A Diego Bautista le sucede igual. «Estamos casi dos días sin dormir porque nuestros hornos son pequeños y hay que ir poco a poco», explica. Son, como todos los de este reportaje, roscones frescos recién horneados. En el caso de este panadero cacereño, arranca el día 4 de enero y ya no para hasta la última hora del viernes 5. «El día 6 cerramos porque recuerdo un año que hicimos 850 roscones, mi hija era muy pequeña y estaba en casa esperando sin poder abrir los regalos y nosotros seguíamos haciendo roscones. Dije que nunca más. Es necesario descansar, todos tenemos un límite y espero que la gente lo pueda entender y nos disculpe. Por eso después de Reyes seguiremos haciendo, pero ya bajo pedido».

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Los 400 que elaborará estos días previos llevan ingredientes 100% naturales y también masa madre propia. «Un roscón artesano no tiene por qué ser muy voluminoso, ya que entonces es más bien un bollo. También debe recuperar rápido cuando lo aprietas y tener una masa uniforme, homogénea y, por supuesto, muy jugosa». Esto último se lo aporta un buen reposo, según apunta este especialista de las masas que ofrece una 'masterclass' cada vez que habla de un oficio que ama.

«Ahora la tendencia es colocar cada vez menos fruta escarchada. Nosotros no le ponemos calabaza (lo verde) a los nuestros, sin embargo, sí que se nos identifica por la almendra laminada y el azúcar volado. También le añadimos naranja confitada y guinda», especifica. Los tiene rellenos de crema, nata pura con vainilla, trufa y también los vende sin nada en su interior.

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En horno de leña

Antonio Sánchez Mendoza es uno de los cuatro hermanos que están al frente de la panadería Sánchez Mendoza, en Valdivia. Un negocio que lleva cuatro generaciones llenando el estómago de buen pan a los valdivianos. De pan y de dulces cocidos en uno de los pocos hornos de leña que quedan por la zona. El roscón que elaboran no iba a ser menos. «Al hacerlo en la piedra refractaria, calentada por la leña, el roscón va subiendo lentamente y no se seca tanto. Tiene más humedad en la miga y se mantiene más tiempo tierno», asevera Antonio.

Las claves, según él, para distinguir uno artesano de uno industrial es la materia prima. «Lo que diferencia a un buen roscón de la bollería es mucha mantequilla y un buen agua de azahar. Los nuestros llevan agua de azahar en la masa, pero también en la parte superior, mezclada con el azúcar», cuenta. Al igual que sus compañeros, Antonio asegura que la ternura de uno casero jamás la tendrán los industriales. «Hundes el dedo y vuelve a subir para arriba. Eso es gracias al amasado y al reposo».

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Este obrador lleva unos 30 años haciendo roscones. Antonio comenta que empezaron vendiendo unos pocos y cada año iban subiendo 50 o 100 más, hasta la friolera de los más de mil que elaboran hoy día. Trabajan diez personas, la mayoría de ellas de la familia, y los fabrican de nata, crema, chocolate, trufa, cabello de ángel (bajo pedido) y sin relleno. La noche del 5 al 6 de enero los Reyes Magos se emplean a fondo para dejar sus regalos a todos los niños, pero en los días previos, los que realmente trabajan a destajo van vestidos de blanco y no paran de amasar, hornear, decorar, empaquetar... para que a nadie le falte su roscón artesano.

Roscón quitapenas

Y si, además, es un roscón que quita las penas, pues acierto asegurado. El de La Hícara, un obrador ubicado en Alconchel que busca preservar los sabores de antaño, tiene ese poder. En su interior alberga una muñeca quitapenas típica de Guatemala. Y es que María Calaco, una de la hermanas que regentan este proyecto, estaba haciendo un voluntariado en este país con la oenegé 'Nutricionistas sin Fronteras' para combatir la desnutrición infantil en las aldeas, cuando vio estas icónicas muñecas en el mercado de la ciudad de Antigua. Desde ese momento, decidieron introducirlas en su roscón y así, además de hacerlo solidario (una parte del importe se dona a dicha asociación), le dan una alegría a quien la reciba. Según la tradición, por la noche se le cuenta a esta muñeca nuestro pesar y, acto seguido, se coloca debajo de la almohada. Ella se encargará de volatilizarlo para que podamos descansar plácidamente.

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Este roscón tan especial tiene otra sorpresa más, y es que en lugar de estar elaborado con mantequilla, está hecho con manteca de cerdo ibérico. Estefanía Calaco es una apasionada de la recuperación de recetas antiguas, pero también de la innovación, por eso ha creado una masa de brioche con esta grasa, tan utilizada tradicionalmente en otros dulces como las perrunillas.

Eso sí, no le falta la ralladura de naranja ni el agua de azahar. Otra particularidad es que la masa fermenta en un armario de madera que Estefanía compró a un pastelero catalán ya jubilado. Así mismo, este roscón se diferencia de otros en que la parte superior está trenzada, luciendo así con un aspecto muy original. Lo tienen de nata, crema pastelera, ganache de chocolate (el favorito de las hermanas y de la madre, que también forma parte de este romántico negocio) y de Kinder.

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Otro truco infalible para seleccionar un roscón artesanal solo con la vista es que no todos los de la misma casa sean idénticos. Marta Santos, propietaria de la Guinda del Pastel, en Badajoz, está sola estos días para cocinar roscones. Son sus dos manos las que amasan, decoran, introducen en cajas... Por eso es normal que, aunque con forma de aro, sus roscones sean más mellizos que gemelos. «Si solo puedo coger 100 encargos, no cojo más, ya que prefiero hacer menos roscones y hacerlos todos bien, con su tiempo, que hay que respetarlo muchísimo», sostiene esta pastelera.

Marta, de la Guinda del Pastel, durante la elaboración de uno de sus roscones. CASIMIRO MORENO

Para ella un roscón tiene que tener un marcado sabor cítrico, jugosidad, una buena nata y también le resulta imprescindible que lleve almendra. Sin embargo, prescinde a menudo de la fruta escarchada en sus roscas, que se caracterizan por eso y por tener un toque de canela. Los tiene de tres tamaños diferentes y rellenos de crema, nata, Kinder y de Nutella.

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CASIMIRO MORENO

También en Badajoz se encuentra Artesanos Panvira, un obrador especializado en intolerancias. Elaboran artesanalmente con mucho mimo roscones sin lactosa y sin proteína de la leche, pero también sin frutos secos y hasta sin azúcar añadida. En su catálogo de sabores se encuentran la nata, la crema, el chocolate, la trufa, Kinder, Oreo y el cabello de ángel.

Moderno y pasional

No solo los pasteleros y panaderos elaboran roscones. También se atreven los cocineros. Antonio Caro, de La Bistrológica, es uno de ellos. No lleva cresta, pero su roscón es puro hedonismo. La masa la fabrica Forn de Camps, pero él la rellena de fruta de la pasión, mango y chocolate blanco. El resultado es el 'bistro-roscón', posiblemente el más innovador y creativo de Badajoz. Además, no solo morderlo es un disfrute, sino que los cinco regalos que esconde en su interior también son gastronómicos. No los desvelamos para preservar intacta la ilusión, pero sí aseguramos que serán muy placenteros para quien los reciba...

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También los de Chef Alia son bastantes divertidos. Según indica Álvaro Holgado, la masa es una fusión entre la de un brioche y la tradicional de un roscón. «Tiene una textura muy jugosa, es como un pan de leche», cuenta este pastelero cacereño. Además de los rellenos tradicionales (crema, nata o trufa), tiene otros más golosos como Oreo, de galleta Lotus, el tan de moda pistacho o el que más vende, de Kinder blanco.

Ecológico

El roscón de reyes de la Ecotahona del Ambroz además de un esmerado proceso de elaboración, cuenta con fruta ecológica confitada en esta prestigiosa panadería placentina; agua de azahar auténtica; ron añejo ecológico; ralladura de naranja y limón ecológicos, passata de naranja de elaboración propia, azúcar ecológico de caña y huevos de gallinas camperas. Todo un deleite para el cuerpo y el medio ambiente.

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Los amantes del chocolate gozarán de lo lindo con los roscones del Horno Monesterio, ya que están recubiertos de chocolate belga y decorados con chocolatinas y bombones. Así mismo, se pueden personalizar al gusto.

Por último, la historia y las colas que se forman estos días avalan la calidad de sus roscones. Son algunos de los establecimientos con más renombre: Revive, La Cubana, Ansorena, Casa Fuentes... Especialistas en endulzar los días especiales y hacer, si cabe, todavía más mágica la mañana de Reyes.

Más información

  • Obrador Artesano Quintana C/ Valdivia, 3. Villanueva de la Serena. 689 78 94 43

  • Horno la Tradición C/ Argentina, 8. Cáceres. 927 23 20 66

  • Panadería Sánchez Mendoza C/ Palmeras, 36. Valdivia. 924 83 20 16

  • La Hícara Avda. Extremadura, 14. Alconchel. 613 11 77 04

  • La Guinda del Pastel C/ Arrayanes, 3. Badajoz. 684 13 05 64

  • Artesanos Panvira C/ Nazaret, 4. Badajoz. 662 49 92 92

  • La Bistrológica C/ Jacinta García Hernández, 4. Badajoz. 600 05 61 75

  • Chef Alia Avda. Virgen de la Montaña, 15. Cáceres. 633 16 33 21

  • Ecotahona del Ambroz Avda. la Salle, 11. Plasencia. 610 18 61 25

  • Horno Monesterio Paseo de Extremadura, 75. Monesterio. 924 51 71 02

  • Panadería Revive Ctra. del Pilar, 52. Nogales. 924 48 13 11

  • La Cubana C/ Francisco Pizarro, 9 y Avda. de Huelva, 12. Badajoz. 924 22 32 71. 924 20 05 80

  • Casa Fuentes Avda. Santa Marina, 4. Badajoz. 924 26 31 56. C/. Moreno Nieto, 11. Olivenza, 924 49 01 69

  • Ansorena Avda. Villanueva, 10. Badajoz. 924 23 79 96

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