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Caviar ruso y champagne francés, cabritos al horno, atún balfegó y hamburguesas de waygu… En uno de los espacios más bellos de Extremadura, el final de la pandemia se vislumbra con optimismo en la hostelería. Plaza Grande y Plaza Chica de Zafra, dos joyas de la arquitectura y de la gastronomía extremeña y diez taperías y restaurantes que han aprovechado el parón para rediseñar interiores, abrir nuevos locales, investigar en las cocinas y renovar las cartas.
En Salsa les guía por un enclave tan bello como suculento, y es que, tal es el nivel gastronómico que están adquiriendo las dos plazas emblemáticas de Zafra, que los propietarios más avispados han reconvertido sus establecimientos en bares y restaurantes. Es el caso de +Zoco, un local de la Plaza Chica que antes era un pub de conciertos. Sin embargo, hace unos diez años, cambiaron la batería de rock por la de cocina. +Zoco es un lugar de tapeo, de caña en la barra; ese placer que por ahora ha barrido la pandemia. Pero mientras tanto, tiene varias mesas para degustar sus raciones más pausadamente. Una de las más solicitadas son las croquetas caseras. Si es época, recomendamos probar las de boletus. Además, tienen una tapa sencilla pero muy exitosa: un pastel de calabacín frito, jamón york y queso, todo bañado por un huevo que se hace al darle un toque de calor en el horno.
También ofrece comida tradicional La Cantina, otro bar de la Plaza Chica. Uno entra y se siente en casa de la abuela, humilde pero con encanto. Sus suelos antiguos, sus muros gruesos y su decoración con elementos de mimbre conforman el escenario perfecto para una sobremesa tan especial y familiar como la que ha recreado C. Tangana en su último vídeo. En La Cantina son especialistas en setas y en bacalao, aunque también le tienen pillado el punto al rabo de toro, que está tan tierno, que se separa la carne del hueso nada más introducir el tenedor.
Al lado, también con las vistas privilegiadas que regala la Plaza Chica, se encuentra La Tertulia, un establecimiento recién reformado con aire retro que evoca al mítico Café Gijón, cuna de grandes literatos y tertulianos. Pero dejamos a un lado su estética elegante, afinada con postales de viajes y libros antiquísimos, porque a La Tertulia hemos venido a comer. Sus platos son clásicos y bien servidos. Destaca un contundente cocido, que se puede pedir todos los días del año y que no es necesario encargar con antelación.
Y curiosamente, uno de los locales de restauración más antiguos de este municipio pacense, el bar Monreal, es el menos clásico de los cuatro de la Plaza Chica. De su diminuta cocina (mide escasamente un metro cuadrado) salen grandes y atrevidas elaboraciones. Las más populares son las alitas de pollo, el cordero desmenuzado en leche, las sardinas maceradas y los tirabeques salteados con huevo. Este es el único sitio de Zafra donde se pueden comer estas vainas tan en boga últimamente.
Seguimos de comedor en comedor y de arco en arco, ahora pasamos al centro neurálgico de Zafra: la Plaza Grande. Aquí se encuentra Meraki, un restaurante en el que cuidan al máximo los detalles, tanto de los platos como de la decoración del local. De hecho, una de las dueñas tiene un estudio de diseño de interiores y su trabajo queda patente en todos sus restaurantes. Pronto acometerán también las reformas del hotel Huerta Honda y del hotel Conde de la Corte, locales que el matrimonio de propietarios acaba de adquirir. Meraki tiene más de 50 referencias de vino, ocho de ellas son de origen extremeño. El cochinillo es uno de los platos más aclamados, aunque en general todas sus carnes tienen buena acogida, como la hamburguesa de Tudanca. Y para los amantes del picoteo y de poner en funcionamiento las muelas, hay torreznos de Soria con humus y pimentón de la Vera.
También son atrevidos en los fogones los chefs de Arco Plaza, el nuevo restaurante de Arco, del que se diferencia principalmente en la seriedad. Arco Plaza, inaugurado hace un par de meses, ofrece unos platos más canallas. Su cocina es muy creativa, con elaboraciones con las que mancharse y rechupetearse los dedos sin reparo. Una de las tapas más aplaudidas es la milhoja de berenjena, salsa harissa, rulo de cabra y cebolla caramelizada.
Igualmente utiliza ingredientes del mundo y una cocina más alternativa La Bendita. Esta tapería iba a ser inicialmente una quesería donde elaborasen quesos con la leche de su propio rebaño. La cabra más prolífica que tenían por aquel entonces se llamaba Bendita. Por hacer un guiño, le pusieron su nombre al negocio, que finalmente acabó siendo un rincón de tapeo y raciones para compartir a ritmo de jazz, la banda sonora de este lugar. Entre la amalgama de platos que se pueden probar (samosas hindúes, gyozas japonesas, ostras, caviar...), se percibe el amor por Portugal en las conservas, patés, vinos y quesos (tienen unos 20 diferentes). No falta el cuchareo y un clásico, pero reinterpretado: las croquetas. Las tienen mexicanas, de hierbabuena, de cordero, de parmesano, de trufas... y hasta en el postre: croquetas de torrijas sobre natillas.
Las propietarias de La Jarana son una pequeña muestra de los muchos empresarios que acababan de arrancar un negocio cuando el coronavirus les obligó a frenar en seco. Ellas inauguraron este restaurante de la Plaza Grande de Zafra en noviembre de 2019. Lo hicieron con una carta amplia que han ido depurando y acortando tras escuchar los platos favoritos de sus comensales.Las raciones son tradicionales y las tapas, más elaboradas. Destacan las carrilleras, cocinadas a fuego lento durante casi cuatro horas. Con este mismo producto también preparan sus famosas empanadillas de carrilleras. Pero si hay un habitual sobre las mesas de La Jarana son las lagrimitas de pollo. Además, disponen de una amplia variedad en montaditos y tostas.
Los Mundos de Sancho es un pequeño bar de 38 metros cuadrados situado en la Plaza Grande. No tiene cocina, pero sirve suculentas raciones en su terraza. ¿Cómo es posible? Al igual que en la literatura; complementándose con Don Quijote. Así se llama el hotel-restaurante que los mismos propietarios tienen a escasos metros. Su principal seña de identidad son las setas. Tienen seis variedades diferentes, aunque las más solicitadas son los gurumelos salteados con un enorme huevo de pata por encima. También trabajan muy bien las carnes, ya que todas las de su registro son ibéricas. El lagarto a la pimienta está exquisito.
Y por último, haciendo honor a su ubicación, pasamos por el hotel-restaurante Plaza Grande, el único establecimiento segedano donde comer cabrito, hecho a baja temperatura y servido con patatas panaderas y verduras al horno. Y es que en su cocina se elaboran platos tradicionales, en los que las materias primas tienen el papel principal. Asimismo, son cuidadosos con el emplatado.
Estos locales de restauración ofrecen variedad, tradición, innovación, calidad y una alta cultura gastronómica. Para gustos... las plazas de Zafra.
+Zoco Plaza Chica, 11. 686249174
La Cantina Plaza Chica, 9. 680418701
La Tertulia Plaza Chica, 10. 683593496
Monreal Plaza Chica, 2. 635213922
Meraki Plaza Grande, 17. 924309256
Arco Plaza Plaza Grande, 16. 824918723
La Bendita Plaza Grande, 14 A. 647908492
La Jarana Plaza Grande, 20. 662019008
Los Mundos de Sancho Plaza Grande, 7. 630102463
Plaza Grande Plaza Grande s/n. 924563163
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