La sentencia condenatoria del Juzgado de lo Penal de Plasencia contra la exalcaldesa placentina Elia María Blanco (PSOE), el constructor José Antonio Romero Vega y otros exconcejales procesados en el conocido popularmente como 'caso Plasencia', del que HOY adelantó sus pormenores y evolución procesal desde el primer momento, viene a confirmar algunos sobreentendidos habituales en el imaginario colectivo. El primero es que la Justicia, aunque generalmente lenta, y a veces más de lo razonable por la escasez de recursos o la complejidad de los pleitos, acaba siendo inexorable. El segundo, que si lo que hace falta para que alguien sea 'culpable' es el fallo de un órgano judicial, tal demostración ya se ha producido, aunque quepan recursos en instancias superiores. De modo que si Elia María Blanco y el resto de condenados eran inocentes hasta ayer, hoy son culpables mientras no se dicte lo contrario.
Escoge el plan de suscripción que mejor se adapte a tí.
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.