Celestino J. Vinagre
Jueves, 5 de marzo 2015, 00:33
La situación de Acorex sigue siendo muy delicada pero la nueva dirección tiene ya cerrado su plan de viabilidad que se someterá al visto bueno de los socios en un plazo máximo de diez días. El director general, Antonio Barral, explicó ayer en el desarrollo de una asamblea informativa que las posibles vías para la supervivencia del grupo pasan por conseguir el visto bueno de Avante y de bancos, de un lado, y de proveedores, de otra parte, para renegociar el global de su deuda. Además, los socios deben implicarse también en el pago del pasivo generado (la deuda) y habrá una restructuración del grupo y de su plantilla.
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Cerca de 300 cooperativistas asistieron durante casi cuatro horas a la exposición, por parte de Barral, de la realidad de Acorex, una fotografía que incluyó el balance provisional de las cuentas de 2014.
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