Celestino J. Vinagre
Domingo, 28 de junio 2015, 08:51
En la crisis de Acorex se han sucedido asambleas catalogadas como muy relevantes para su futuro pero la fijada para el próximo lunes 6 de julio tiene visos de ser realmente decisiva. Después de dos años de zozobra interna, caída en picado de ingresos y falta de liquidez financiera, la realidad de la empresa agroalimentaria es de práctica insolvencia y, sobre todo, de ausencia de un espíritu cooperativo que la revitalice. La dirección del grupo, que siempre ha querido lanzar públicamente un espíritu optimista, asume ahora otro discurso: «O firmamos un compromiso entre todos el día 6, y aprobamos el plan de viabilidad, o esto... (segundos en silencio). No sé... Igual entonces muchos agricultores y ganaderos se darán verdaderamente cuenta de lo que significa Acorex», resume Manuel Ortega, presidente de la sociedad desde el 23 de enero pasado
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