¿Qué ha pasado hoy, 22 de febrero, en Extremadura?

Del éxito al fracaso

El éxito de algunos cabestros políticos del momento no está cimentado en el conocimiento ni en la capacidad, sino en la buena suerte, porque en el momento oportuno estaban en el lugar adecuado

tomás martín tamayo

Viernes, 3 de junio 2016, 23:08

BB King fue un guitarrista virtuoso que en sus inicios logró cierta consideración en el mundo del blues, componiendo para los demás. Malvivía de los derechos de autor y de los directos que hacía en salas y tugurios pero, pese a sus más de quinientas canciones, hubiera pasado de puntillas, y como un absoluto desconocido en el mundo de la música, si una noche no improvisa, delante de Jerry Leiber y Mike Stoller, los acordes iniciales de una cancioncilla de las consideradas «de relleno», que firmaron entre los tres: «Stand by me» .

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Ha sido una de las canciones más versionadas de los últimos 40 años, Los Beatles, Tracy Chapman, Jon Bon Jovi, Enrique Iglesias, Andranik Madadian, Richie Sambora, Elvis Presley, Prince Royce, John Lennon, Otis Redding, U2, Bruce Springsteen y en España muchos grupos y, sobre todos ellos, el «Preghero» o «Rezaré» de Celentano.

Meses después de grabar aquel «relleno» y hasta su muerte el año pasado, a los 89 años, B B King ha sido una figura emblemática, requerida en todo el mundo, con una cuantiosa fortuna, que llegó a dar 300 conciertos en 1970. ¿Qué separó su éxito del fracaso? Puede decirse que aquellos acordes imprecisos en una guitarra. Es decir, la suerte.

Todavía, una semana después, siguen ametrallándonos con el apabullante éxito del Real Madrid al lograr su décimo primera copa de la Champions, «la undécima». Zinedine Zidane ha subido a los cielos futbolísticos, los jugadores no paran de brindar, los han recibido y los aclaman como a héroes mitológicos y la proeza ha sido titular de portada en todo el mundo.

Al mismo tiempo, el Atlético de Madrid llora amargamente el fracaso, como una mala pesadilla, su plantilla está hundida, los seguidores acrecentando su fama de «pupas», sufridores eternos y el entrenador, Diego Simeone , mastica incluso dejar el club ¿En qué consistió el éxito del Real y el fracaso del Atlético? Después de 90 minutos de juego y 30 de prórroga, en la tanda de penaltis, un jugador del Atlético desvió el balón unos tres centímetros, fallando el cuarto tiro, mientras que otro del Real acertó en el quinto. ¿Qué separó el éxito del fracaso en uno y otro club? Tres centímetros que, desde el punto de penaltis, matemáticamente se ha calculado que pudieron ser unos 30 milímetros. Es decir, la suerte.

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Según Pasteur, «El azar favorece sólo a las mentes preparadas». Esto diferencia al azar como oportunidad, de la buena suerte como la respuesta adecuada. Es decir que en la buena suerte hay dos factores claves: generar el azar primero y saber aprovecharlo después. ¿Lo hizo BB King con aquellos improvisados acordes que concluyeron en «Stand by me»? Juanfran Torres quedará recordado y señalado de por vida porque, después de tantos aciertos deportivos, su bota se inclinó 30 milímetros al golpear el balón. ¿Se cayó todo el edificio?

El éxito de algunos cabestros políticos del momento no está cimentado en el conocimiento ni en la capacidad, sino en la buena suerte, porque en el momento oportuno estaban en el lugar adecuado. Algunos aprovechan la ola que les brinda el azar, permaneciendo, y otros, los más necios, se hunden con la primera andanada porque, a veces, el éxito y el fracaso caminan tan juntos que apenas los separa una línea invisible. Aunque los hay, como Fabra , que se tutean con la buena suerte para que les toque seis veces la lotería. ¡Qué suerte!

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