Marisa Navarro
Jueves, 4 de agosto 2016, 13:07
Un silencio que duele y una iglesia que se ha quedado pequeña. Así ha recibido Ahillones al joven Rubén Rangel Vizuete en su último paseo. Sus vecinos esperaban recibirlo este jueves donde tenía previsto pasar sus vacaciones. El soldado fallecido en Jaca no ha faltado a su cita pero así no se le esperaba. Ha regresado a la localidad que quiso como suya pero a quedarse para siempre. En este municipio de la Campiña Sur residen sus padres.
Publicidad
Más información
Ahillones sigue consternada. En la parroquia de Los Remedios han esperado al féretro numerosas autoridades civiles y militares: el Presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara; la subdelegada del Gobierno en Badajoz, Pilar Nogales; el delegado y subdelegado del ministerio de Defensa en la provincia de Badajoz, el General de Brigada y jefe de la Brigada Mecanizada Extremadura 11, Francisco José Dacoba; el senador popular Antonio González; la diputada socialista Marisol Pérez y numerosos representantes municipales de localidades de la Campiña Sur.
Todos en silencio. Un silencio sólo roto por los pasos rítmicos de los militares que portaban a hombros a su compañero fallecido desde el Tanatorio San Luís hasta el altar de la Parroquia. La imagen ha sido fiel reflejo de la tristeza de un pueblo entero que se ha sumado al profundo dolor de unos padres y un hermano que acompañan por última vez a su soldado fallecido. Junto a ellos, muchos familiares, allegados y conocidos. En medio de ese silencio, un comentario: no se ha visto otra igual en el pueblo y una respuesta inmediata: que no volvamos a verlo. El templo parroquial no ha podido acoger a tanta gente que ha querido darle el último adiós a Rubén. Un gran número de vecinos ha debido esperar fuera.
Rubén Rangel Vizuete, de 25 años, falleció el martes 2 de agosto al alcanzarle un desprendimiento de rocas mientras escalaba en el municipio pirenaico de Canfranc. El Regimiento de Cazadores de Montaña Galicia 64, al que pertenecía, le despidió en Jaca con honores militares. El cuerpo sin vida de Rubén llegó a Ahillones en la noche del 3 de agosto. En el municipio en el que quiso empadronarse ha sido velado hasta la hora del funeral. Sus compañeros de regimiento lo han llevado hasta la Parroquia y una vez oficiado el funeral, han sido sus amigos de su pueblo los que lo han portado a hombros hasta el cementerio municipal.
Ahillones ha despedido ya a su vecino pero su dolor continúa. El luto decretado por el ayuntamiento al conocerse el fallecimiento del soldado Rubén Rangel Vizuete, termina el viernes día 5.
Escoge el plan de suscripción que mejor se adapte a tí.
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.