La industria de jamones de Miguel Bosé en Montánchez será liquidada

La industria del porcino ibérico vuelve a ver echar el cierre a una empresa asentada en Extremadura. A pesar de una lenta pero continua recuperación en el sector desde 2014, los obstáculos económicos y la situación arrastrada han empujado definitivamente a la liquidación a Brumale SL, radicada en Montánchez, y más conocida por el nombre comercial de sus jamones y lomos, Monsalud. Es la industria jamonera que impulsó Miguel Bosé hace casi veinte años. En 2012 acudió a concurso de acreedores y logró salir adelante tras un acuerdo con las entidades financieras, pero no ha podido cumplir con su plan de viabilidad.

El juzgado de lo Mercantil de Cáceres tiene ya sobre la mesa el proceso de liquidación de la sociedad presentado por su administrador concursal, Luis Carlos Ruiz Castellanos. «Es una lástima que esto ocurra a pesar de los esfuerzos que se han hecho al menos en los últimos cuatro años para seguir con la actividad. Ahora lo importante es intentar conseguir comprador y que la producción de ibérico pueda continuar porque Brumale cuenta con unas excelentes instalaciones», relata Ruiz Castellanos a HOY.

Despidos y situación

El 23 de noviembre pasado se firmó la puesta en marcha en un ERE extintivo para despedir a los siete empleados que formaban su plantilla. Las cartas de despido han empezado a llegar a lo largo de diciembre. Los empleados de la industria jamonera apenas tenían trabajo desde octubre pasado, aunque la actividad en Brumale había existido hasta finales del verano.

Los trabajadores han percibido ya todos sus salarios aunque no las indemnizaciones legales correspondientes, algo que no se producirá hasta dentro de unos meses como ocurre en este tipo de procesos legales.

Brumale SL presentó concurso de acreedores el 27 de enero de 2012, etapa en la que no obstante tenía un importante mercado nacional de clientes y se introducía mejor en países como Francia. Su facturación anual rondaba los dos millones.

Monsalud producía en los últimos tiempos unos 7.000 jamones de bellota y 4.000 kilos de caña de lomo al año. Desde que abrió invirtió 3,7 millones en mejorar su negocio. En 2010, con la doble crisis golpeando a la empresa (la general y la del porcino en particular) cerró con 1,8 millones de pérdidas.

Cuando fue a concurso, su pasivo (deuda) era de 5,2 millones, básicamente con los bancos (un 90% del total). Mientras sus activos se situaban en 4,3 millones.

Salvó la suspensión de pago con un convenio aprobado el 17 de octubre de ese 2012. Los acreedores lo aceptaron casi de forma unánime (un 98% de síes), con un plan de viabilidad que recogía a lo largo de cuatro años alcanzar los tres millones de euros de facturación anuales y superar la decena de empleos directos. La propuesta de convenio contemplaba una quita en algunos casos del 50 % de las deudas y el pago de las mismas a lo largo de cinco años tras dos primeros de carencia.

Las dificultades de conseguir liquidez y complicaciones añadidas como el robo de buena parte de sus jamones y lomos han hecho definitivamente que el proyecto de Brumale SL no tenga continuidad.

En una parcela de 10.320 metros cuadrados, en la entrada de Montánchez, se encuentra el secadero con tres plantas para su uso como fábrica de salazones, embutidos y secadero de productos ibéricos. La parcela, la maquinaria y los vehículos son sus principales activos.

Según ha podido saber este diario se han producido algunas comunicaciones de personas o sociedades interesándose por la industria del porcino de Montánchez, entre ellas la de un grupo cárnico de implantación nacional aunque de momento no se ha avanzado en una posible venta. Como marca el procedimiento concursal, ahora el administrador debe intentar, en primer lugar, conseguir vender en su conjunto Brumale SL. Si no fuera posible se procedería a la venta por bloques de todos sus activos.